Anuncia mi querido Antonio Bonilla que la reforma local que prepara el PP deja ámbitos de gestión a las empresas privadas. Y que él no está de acuerdo con ello. Respetable opinión a todas luces. Lo que no le hemos oído al amigo Bonilla son esas mismas críticas cuando sus compañeros de partido abrían ámbitos de gestión municipal y regional a empresas privadas. Basuras, agua, residencias geriátricas, guarderías, colegios concertados. No hace falta seguir más. Si su voz se hubiera escuchado entonces, lo mismo ahora nos parecería bastante más coherente lo que manifiesta. Con todo, respetable. Los pueblos, y encima los más débiles, van a perder servicios y poder. Otra de las críticas que hemos leído y escuchado desde el PSOE. Lo que se olvidan de decirnos es el nombre del presidente de gobierno o comunidad que los dejó sin urgencias médicas, sin guardia civil, sin cura y los viejos sin poder echar un cigarrillo durante la partida. Soy un pesao, claro que soy un pesao. Pero las medidas que se han tomado hasta el momento no han servido, querido Antonio, para ofertar una mejor vida a los vecinos de los municipios. Un alcalde socialista como tú, no digo su nombre, sois capaces de hacérselo pagar, cansado está de decirme lo cara que se ha puesta la vida en los pueblos. No sé si lo sabes, pero se paga más por la recogida de basura en cualquier pueblo del Andarax que en la capital. No conozco a fondo la reforma local que quiere el PP, ni me fío de ella, pero no se puede venir contando milongas. Y lo que más me molesta es que lo haga una persona como tú, a la que siempre he respetado. Y lo sabes.