Los miembros del pacto bipartito PSOE-IU que están terminando de amasar el pastelazo de la comisión de los ERES fraudulentos en la Junta de Andalucía, quieren ahora “eliminar los juicios de valor” en las conclusiones finales del apaño.

Es decir, que no contentos con haber labrado la desvergüenza con aires flamígeros eximiendo artificialmente de cualquier tipo de responsabilidad a los presidentes Chaves y Griñán, quieren además borrar cualquier tipo de apunte o apreciación que no constituya un canto a la rectitud y eficacia de quienes, cuando menos, fueron lo suficientemente menguados e intelectualmente discapacitados como para no ser capaces de descubrir lo que se ordenaba desde sus propios despachos. Vamos, que sólo falta que las conclusiones de esta comisión de presunta investigación recomiende la concesión de distinciones o medallas pensionadas a los presuntamente investigados en compensación por el agravio y el escarnio de soportar la sospecha de que la cadena de mando que funciona a rajatabla en la Junta no funcionase –precisamente- en el caso de los ERES. Y es que hace falta tener valor para concluir que los ERES fueron ideados, desarrollados y puestos en marcha por cargos de segundo o tercer nivel en una administración escrupulosamente respetuosa con los escalafones, salvo en este caso de desvío y robo del dinero de los parados. Casualidades, ya ven. Es la guinda que corona un despropósito que no sólo retrata a los tan groseramente exculpados, sino que también radiografía especialmente a los socios de gobierno que tanta campaña de regeneración y esclarecimiento hicieron. Confitería bipartita.