Archivan la querella por falso testimonio del exsecretario
La noticia no tendría mayor importancia informativa si no fuera porque ese falso testimonio, hoy archivado, del que se acusó al funcionario carbonero sirvió para inhabilitar por un año para cargo público al entonces alcalde de Carboneras, Salvador Hernández. Si la declaración del entonces secretario se hubiera tenido en cuenta, si no se la hubiera tratado como si de un falso testimonio se tratara, Salvador no habría tenido que dejar la alcaldía, Felipe Cayuela no habría llegado a ser alcalde, no habría roto políticamente con su anterior jefe de filas, no habría montado su propio partido, no se habría presentado en solitario a las últimas elecciones municipales y con toda probabilidad, encabezando el grupo Gicar el que no habría dejado de ser el alcalde, Salvador Hernández, hoy seguiría teniendo la vara de mando del ayuntamiento del pueblico. Todo indica, si nos acogemos a la lectura que nos aporta el archivo de la querella al secretario es que estábamos ante una denuncia falsa hecha desde el grupo socialista a Salvador Hernández y que le costó la alcaldía más todo lo ocurrido después y a lo que hemos dedicado letras y letras. Así se escribe la historia. No sé lo que piensa el señor Columna de los hechos ocurridos y hoy conocidos, pero es evidente que si la justicia cometió un error contra el señor Hernández, error que le costó tener que abandonar el cargo de alcalde, habría que buscar una solución. Los errores de los políticos tienen quien los juzgue, bien ¿y los de los jueces? Si hubo una denuncia falsa según testimonio del secretario ahora comprobable ¿no creen ustedes se tendría que abrir una investigación a la persona o grupo que presentó aquella denuncia? Son poco recomendables los alcaldes que se pasan por los forros de sus caprichos el trabajo de la oposición, y les viene muy bien la inhabilitación y así lo dijimos en su día del alcalde carbonero, pero de juzgado de guardia es que dentro del ayuntamiento se denuncie con falsedades. Si uno está bien inhabilitado, el otro debería dar con sus huesos en la trena. Creo que es de justicia que a Salvador Hernández se le dé una satisfacción desde esa propia justicia que en su día lo condenó, y creo que el denunciante de entonces, hoy alcalde de Carboneras, José Luis Amérigo, debería ser sentado en el banquillo por denuncia falsa.