Como ya se habrán dado cuenta, la noticia del día es la proclamación oficial de Almería como Capital Gastronómica de España para el próximo año 2019, un nombramiento que es objetivamente bueno, como bien saben en León, que en menos de un año ha visto multiplicarse los efectos transversalmente beneficiosos del turismo gastronómico. Pero ya habrá tiempo de volver a la capitalidad almeriense, porque hoy quiero ocuparme del subconsciente como elemento revelador de lo que verdaderamente se piensa. Verán: días atrás, la candidata del PSOE a la Alcaldía, Adriana Valverde, al ser preguntada por la muy probable nominación de Almería, hizo la siguiente proyección: “Espero que el equipo de Gobierno que preside Ramón Fernández-Pacheco sepa canalizar todas aquellas actuaciones que deberán llevarse a cabo a lo largo del próximo año para dar impulso a iniciativas generadoras de empleo”. Fin de la cita. Emplazar al alcalde al cumplimiento de su deber a lo largo de los próximos doce meses está muy bien, salvo por el pequeño detalle de que la candidata socialista debería estar convencida de que a partir del 26 de mayo ella va a ser la alcaldesa de Almería y que va a ser ella, por tanto, la encargada de canalizar esas actuaciones. ¿Da por hecho Adriana que Ramón seguirá siendo alcalde después de las elecciones? Llámenme loco, pero un análisis de sus proyecciones para 2019 así parece confirmarlo. Un revelador patinazo del subconsciente. ¿Y es muy grave, doctor? Acudamos a un clásico, como el psiquiatra y ensayista Carl Gustav Jung: “El inconsciente es incapaz de aprender del pasado, incapaz de entender eventos contemporáneos e incapaz de proyectarse correctamente hacia el futuro.” Pues sí que vamos bien.