Es obvio que este periodista de provincia, en lo que se refiere a saber político y a experiencia de gobierno, está a años luz de la personalidad de Felipe González, pero quizá por eso mismo celebro con satisfacción que mis escasas ideas vengan a coincidir con las suyas. Esta semana pasada apareció un artículo de expresidentes en una páginas extras sobre Europa. Allí se pretendía ofrecer una respuesta a la crisis. Vean este principio. "A estas alturas se tiende a olvidar que el origen estuvo en la implosión de un sistema financiero desregulado, lleno de ingeniería financiera cargada de humo, sin relación con la economía productiva". Se tiende a olvidar. ¿No sería el centro derecha que jamás perdió un minuto en explicar el origen del desastre? Bien, la respuesta la ofrece el propio Felipe. Después de poner de relieve el gran error de olvidar las causas originarias que con el tiempo agravarán mas la crisis, concluye: "Hoy Europa olvida las causas de la crisis y centra la respuesta en las consecuencias". El partido que nos gobierna se fijó tanto en las consecuencias que utilizó el paro galopante para ganar el poder. A veces daba la impresión de que el PP no hacía otra cosa en su historia que elevar el nivel de bienestar de las fuerzas del trabajo frente a las del capital. Apenas transcurrieron unas semanas se ciscaron en las promesas y subieron los impuestos. La excusa era que habían encontrado un déficit más alto del que sospechaban pero eso no exoneró a las clases medias de tener que pagar la crisis en vez de aquellos que se habían beneficiado. Se hace difícil comprender que si el mal procede de las tropelías del capitalismo financiero, los mercados y las agencias de calificación vayan a retroceder a impulsos de un gobierno neoconservador. Felipe cree que se está siguiendo una estrategia equivocada que contraerá mas la economía y hará aumentar el paro. " Es la oportunidad para una acción renovada socialdemócrata y eurepeísta". Algo que ya apunta en los paises más prósperos de la eurozona.