Siempre he tenido claro que las cosas hay que hacerlas bien en verano. Y si estamos en mayo pasándolas canutas es porque Alfonso García no se gastó todo el dinero necesario.

Nos hemos vuelto a quedar cortos y debemos de tener claro que el dinero que no se gasta en verano luego hay que llevarlo en la mano. Ustedes me entienden. Yo me entiendo. Todos los problemas del Almería se arreglan con billetes. En verano y ahora. Haciendo una plantilla mejor o echando un puñado de ‘dólares’ encima de la mesa y pedir a los profesionales un plus.

En fútbol está todo inventado y sabemos los seguidores del Almería lo que vale un capotazo. Es la hora de Alfonso García que por mucho que llame a la afición tiene la salvación en su mano: en su dinero. Prima de salvación.

El fútbol es una empresa donde dos y dos no son cuatro, pero siempre el que más se gasta suele vivir mejor (salvo el Almería) que se fundió todo lo que tenía con Sergi Barjuan para subir a Primera y luego salvarse en la última jornada de competición en Córdoba.

El dinero se lo tiene que saber gastar el presidente del Almería. Ya tiene experiencia en esto del fútbol y debe de asesorar bien a sus directores para que no les fallen en ningún momento.

Un Almería mejor empieza firmando a mejores futbolistas. No digo que son malos los que tenemos. Es la clasificación la que me lo recuerda cada día. Son los que tenemos y a los que debemos de apoyar.

Ahora todo cuesta un pastizal, en Segunda División empiezan a ganar los que no lo hacían y todos se juegan algo por arriba o por abajo. Nosotros siempre por abajo, siendo los más regulares en lo malo de la categoría.

Los aficionados del Almería no se merecen esta situación. No podemos estar las últimas diez jornadas de Liga pendientes de la lotería del descenso por una deficiente planificación.

Los 10.422 aficionados que vibraron con la victoria ante el Barcelona B le han dejado un recado al presidente: “Queremos fútbol profesional en Almería”.

Hay que gastarse las perras cuando toca y no comprometer el futuro.

En fin, que por no gastar en verano... ahora con el dinero en la mano.