Antes de que se produjeran los primeros escándalos sobre corrupción parece que las cosas del dinero eran más complejas. Elempresario tradicional tenía que mezclar un montón de variantes si quería sacar adelante su negocio. De ahí que recurriera al OpusDei, a la Virgen de  los Desamparados, qué sé yo… Ahora somos todos más escuetos. Cuando Boyer expropió a Rumasa por Decreto- Ley a para poner ordenen este país, la derecha hizo una peregrinación a Roma con una enorme cruz. José María Ruiz Mateos no quiso desaprovechar la ocasión que le proporcionaban de predicar el victimismo. 
El famoso “te pego, leche” fue un buen argumento contra el socialismo de Felipe González. Hoy en día no pensaríamos lo mismo. Rumasa fue en cierto modo un batacazo célebre. Y a la Rumasa uno, llegaría la Rumasa dos. Aun le quedaron ganas al batallón de hijos del empresario andaluz para fundar otro imperio económico que puede terminar con ellos en la cárcel. En estos días dice la prensa que la fiscalía pide el ingreso de seis hermanos Ruiz –Mateos. “La Audiencia Provincial de Palma de Mallorca los condena entre cinco y seis años de cárcel por los delitos de estafa y alzamiento en la compra de dos hoteles”. Hay días en los que uno se pregunta ¿cuál es la razón de que este país haya llegado a alcanzar semejante grado de podredumbre? Porque ya no es preciso ser muy católico ni amigo del obispo para hacer mucho dinero fácil en poco tiempo.
 Nuestro catolicismo deja paso al escándalo casi sin darnos cuenta y si no repasen los nombres de algunas familias hoy presentes en casi todos los medios de comunicación como protagonistas de noticias relacionadas con la corrupción o la estafa. “Hoy se les acusa de inducir a engaño a los inversores para que dieran sus ahorros mediante reconocimiento de deuda a pesar de que el grupo estaba en situación de insolvencia”. Lo queva de ayer a hoy. Estepaís se ha desmoralizado a marchas forzadas después de tantos siglos de predicación. Y no hay peor prédica que la de los que llevan tantos años en el machito mandón.