Según el PSOE los vecinos de Níjar se van a ahorrar cuatrocientos mil euros tras la firma del nuevo convenio del agua firmado por la alcaldesa. El silencio de Antonio Jesús Rodríguez, anterior alcalde del PP, sobre el nuevo convenio y el ahorro es significativo y preocupante. O el señor Rodríguez no supo negociar con la empresa del agua y le colaron cuatrocientos mil euros de más (le vendieron la burra, con perdón), o esos euros recorrieron un camino que no era el defender a los vecinos, más bien llegar a los bolsillos de algunos. Y se debería aclarar. Lo debería aclarar el ex-alcalde que negoció el anterior convenio, y algún dato más nos debería ofrecer doña Esperanza Pérez, alcaldesa de la villa, no me creo que en las conversaciones mantenidas no se haya hablado del ahorro de los cuatrocientos mil y de donde salían los mismos. Las partidas deben estar recogidas en los presupuestos de la empresa y los gastos en el convenio ahora renovado. Lo que es innegable es que esos cuatrocientos mil del ala no los va a perder la empresa, y si no los va a perder (seguro están los ciudadanos de ello), ¿en qué concepto les llegaban y para pagar qué gastos se usaban? Nos lo debían contar. Y mientras no se haga así, habrá que pensar que ese dinero iba destinado a manos y bolsillos ajenos a la empresa y más bien cercanos a los políticos que se sentaban en los sillones del pleno. Por su bien y el de sus compañeros de partido, don Antonio Jesús debería, desde la tranquilidad que le ofrece ahora la diputación, lo ocurrido con el convenio. Tampoco estaría de más que desde las altas instancias de Navarro Rodrigo le exigieran alguna explicación al señor Rodríguez (digo yo) por los cuatrocientos mil ahorrados por los socialistas, y que le viene muy mal al PP, al que parece que le crecen los enanos o las cuentas poco claras donde han estado gobernando. No se trata de poner en duda la gestión de Antonio Jesús, dios nos libre, pero no entendemos su extraño silencio sobre un ahorro tan importante para los bolsillos de los ciudadanos de su municipio. ¡Habla, Antonio, habla!
Don Gabriel, reconozca que sólo se lleva disgustos con algunas de las personas de su equipo de gobierno. No sé si las eligió usted o se las impuso el partido, pero más vale que la próxima vez, si es que llega, mire con lupa a sus compañeros de viaje.