Las subvenciones a las naranjas
Las subvenciones a las naranjas
Me cuentan los agricultores del Andarax, es de imaginar que les ocurre también a los de otros puntos de nuestra provincia, que las subvenciones por las naranjas (no es que sea mucho lo que paga Europa), y que se tenían que haber recibido por el caluroso mes de julio, estas son las fechas, se acaba octubre, en que aún no han sido abonadas por la administración que hasta hace unos días contaba con don Juan Deus al frente en Almería. Lo más grave, me siguen contando los viejos agricultores, es que según les han comentado en la cooperativa, el dinero salió de Europa, pasó por la capital de España, llegó hasta las orillas del Guadalquivir y en ellas se les ha perdido la pista. Es increíble lo que llega a extraviarse el dinero publico. No es que se pierda, oiga; no es que se lo lleven, oiga; es que desaparece durante algún tiempo, como el Guadiana, y reaparece cuando a alguien le parece oportuno. Nos quejamos de que se abandona cada vez más el campo, y los agricultores te dicen que ante las situaciones que vienen viviendo, con una administración que parece decidida a acabar con ellos, lo normal es que se el campo se vaya quedando en el olvido. No deja de ser una incongruencia política el cese de Juan Deus cuando sólo faltan unos meses para las autonómicas. Pues esa es la forma en la que durante muchos años se ha tratado el campo andaluz. Muchas leyes, demasiadas, para mantener su control y pocas soluciones reales ante lo que se está viviendo. Me comenta un amigo que su familia va a arrancar el cincuenta por ciento de las viñas que tienen. Pocos servicios, muchos problemas, abandono real.