En política no hay por qué pensar en la sucesión, es cierto, pero te puede llegar la jubilación cuando menos te la esperas. Recuerden a Pedro Sánchez, ex-líder nacional del PSOE, no estaba por la sucesión y llegó la costurera sevillana y le hizo un siete en el traje. Claro que él intenta dejarla con los faralaes puestos y sin despacho en los madriles. La política es así. ¿Deben pensar los políticos en la jubilación, y preparar la sucesión? Deberían, pero no lo hacen. Los políticos no deberían estar en según qué cargos más de ocho años. Y eso debería servir, entre otros, para alcaldes y presidentes de las diputaciones. Ellos pueden pensar lo que quieran sobre sucesión o retiro, pero desde la sociedad se les debería imponer la norma de los ochos años en el cargo y a otra cosa. Nos evitaríamos muchos de los casos de corrupción que se han vivido en política. ¿Debe pensar Amat en la sucesión? Es evidente que él no tiene por qué hacerlo, pero la sociedad debería haberle marcado hace mucho tiempo que tras ocho años de alcalde de Roquetas tendría que dejar el cargo, lo mismo en Diputación. No se ha hecho desde la sociedad civil y ellos no están por labor de imponerse una medida así, ellos a sentarse en el sillón y no dejarlo nunca. Como presidente del PP puede estar todo el tiempo que sus afiliados quieran, allá ellos y sus normas, pero como representante de los ciudadanos tendrían que tener todos unos máximos a cumplir. 
Cuando los partidos llegan a la política todos lo llevan en sus programas, en cuanto al líder se le han pasado los ocho años de rigor en el mando empiezan los peros a la medida. Y es que nadie se quiere ir del poder, Gabriel tampoco. Si hacemos un repaso por el panorama político almeriense, y recontamos los años que llevan en el poder algunos personajes, nos llevamos la desagradable sorpresa de que algunos llevan treinta años viviendo del cuento maravilloso en que se le convirtió su vida cuando se metió en política. Veinte, treinta años, toda una vida. Es lógico, no quieren volver a sus trabajos, si es que alguno lo tuvo o lo tiene. Sólo les queda la dura lucha, entre ellos mismos si hace falta, para llegar en el cargo político a la edad de jubilación. 
Gabriel Amat a partir del fin de semana seguirá al frente del Partido Popular, y según ha manifestado piensa repetir el siglo que viene.