El pasado martes 1 de abril de 2025 nos dejaba por un evento patológico agudo irreversible una “gran mujer, insustituible e irrepetible”.

Acababa de cumplir 60 años, en los que fue una madre ejemplar y profesionalmente difícil de valorar su entrega y abnegada pasión por la docencia, intentando siempre facilitar la comprensión de las diferentes materias impartidas, así como su asimilación por parte de sus alumnos durante varias décadas.

Docente los últimos años con responsabilidades como jefa de estudios del CEPER La Chanca (Centro de Educación de Adultos), mantenía siempre una lucha porque todos sus alumnos, poco a poco, pudiesen conseguir concluir sus estudios con éxito.

Finalmente, como donadora de órganos, muestra de su generosidad, algunas personas recibirán algo que les cambiará su vida.

Como hermano mayor y también en nombre de sus dos hijos, desde estas líneas queremos dar las gracias al servicio de emergencias 061, personal del servicio de urgencias y UCI del Hospital Torrecárdenas por todas sus acciones realizadas y muestras de apoyo incondicional que nos dieron a mi familia y a mí.

¡Gracias, muchas gracias a todos!

Descanse en paz.