No nos damos cuenta pero la vida pasa, y digo que si pasa. Hace nada estábamos paseando por Almería, visitando pueblos, viendo castillos y contando historias. Pero ya no estás, y parece que fue ayer. Pero no, no fue ayer, hace ya mucho tiempo.

Te extrañamos cada día más, porque te has perdido tantas, tantas cosas. Nacimientos, bautizos, comuniones… y lo que queda.

No hace falta que estés para recordarte, pues siempre estás con nosotros en cada pensamiento de nuestra vida.

No todos tus nietos han tenido la suerte de conocerte, pero les hablamos tanto de ti, que para ellos su Abuelo Antonio es su ángel de la guarda.

Sabemos que vives en cada una de las personas que te conocieron.

Te queremos Papá.

Tu familia, compañeros del hospital y amigos no te olvidan.