Ana Jiménez Navarro Hay personas que dicen que la gente desaparece de nuestras vidas. ¡Esto no es cierto! Las personas siempre permanecen a nuestro lado mientras uno de nosotros siga pensando en ellas. ¿Y quién no va a pensar en ti, Nata? La mujer de la eterna sonrisa, como te conocíamos todos. Esa sonrisa que a tantas personas ha ayudado y animado, que tantas alegrías ha dado a tu familia y amigos y que ha sido un ejemplo de vitalidad y lucha a lo largo de tanto tiempo. En definitiva, la sonrisa de una heroína que fue capaz de mirar a la cara a su enfermedad y luchar contra ella hasta el último día e incluso fue capaz de regalarse su última sonrisa. Sin duda, has dejado huella en cada uno de nosotros. Has sido una excelente madre, una esposa adorable, una hija entrañable, una súper hermana, una amiga incondicional... Has sido TÚ. Una mujer que ha conseguido arrebatar un trocito de todos los que te conocieron y compartieron momentos contigo. Aquí nos has dejado algunos de tus sueños: tu tienda, que tantas alegrías te dio y que sabemos que cuidarás desde el cielo; tu legado de lucha y superación para todas aquellas personas que están pasando por esta terrible enfermedad, a las cuales tanto aconsejaste y tantas veces pediste que no se rindiesen. Y lo más importante de todo: tu gran sueño y tu gran motivación, tu niña. Ella es ahora nuestro camino y sabemos que tú desde el cielo eres nuestra guía. Nunca nos olvidaremos de ti. Es por ello que tu esencia y tu sonrisa siempre perdudará en todos y cada uno de nosotros. Te quisimos, te queremos y te querremos toda la vida, Nata. La iglesia de Santa Bárbara de Las Pocicas, en Albox, acoge hoy domingo 28 de junio, a las 18 horas, una misa en recuerdo de Natalia Jiménez Navarro. En los próximos días se celebrará otra en la Parroquia Nuestra Señora de Montserrat de Almería. La familia quiere agradecer las muestras de afecto recibidas antes, durante y después del triste adiós.