Han pasado cuatro meses de su muerte, dejando un vacío en Pediatría hospitalaria dificil de llenar. Las nuevas generaciones y los que no tuvieron la oportunidad de conocerle directamente, pueden encontrar en su vida lo que representaba en otras épocas la dificil formación de un pediatra, que al obligado quehacer clínico, quiso añadir el afán docente para constituir uno de los pediatras más representativos de nuestra historia andaluza. La pediatría hospitalaria de Almería y la sociedad almeriense están en deuda con Juan López Muñoz y espero que su nombre de alguna forma u otra, sea recordado para siempre como un pediatra extraordinario, que lo único que hizo es querer al niño, con todo lo que ésto conlleva, porque para un pediatra, no hay cosa más hermosa en la vida que la sonrisa de un niño y Juan López Muñoz lo consiguió y lo trasmitió a sus discípulos. Y como dijo Bertolt-Brect: Hay hombres que luchan un día y son buenos, los hay que luchan un año y son mejores, pero hay quienes luchan toda la vida: Esos son imprescindibles. Y termino recordando a una de las mentes más prodigiosas de la medicina española, al prof. D. Gregorio Marañón que decía, (y Juan López Muñoz la hizo suya y marcó su vida) decía el prof. Marañón: Los pobres seguirán siendo pobres, tratemos con humildad y con cariño cualquier enfermedad que ponga en peligro, lo más valioso que tienen, lo único que les queda: La vida.