El escritor y pensador Stéphane Hessel falleció en la madrugada de ayer, miércoles, a los 95 años de edad. Hessel era mucho más que el autor del best seller ‘¡Indignaos!’, del cual vendió más de cuatro millones de ejemplares en varios países, dando origen al nombre del movimiento ciudadano de los ‘indignados’, lo que le devolvió la visibilidad pública acercándole a muchos jóvenes en los últimos años. Hessel nació en 1917 en Berlín, y llegó a Francia en 1925. Durante la Segunda Guerra Mundial fue miembro de la resistencia francesa, y debido también a su origen judío, fue capturado y torturado por la Gestapo. Deportado a los campos de concentración nazis de Buchenwald y Dora-Mittelbau, pudo escapar finalmente. Posteriormente desarrolló una carrera diplomática, de embajador y escritor, faceta esta última en la que destaca su obra ‘Indignaos’, verdadera inspiración param uchos de los participantes en el movimiento del 15-M, con el que mantuvo fluidos vínculos. Así, tras la guerra, convertido en diplomático, Hessel colaboró con las Naciones Unidas, y en 1948 formó parte del equipo redactor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Más tarde ocuparía el puesto de embajador de Francia ante la ONU en Ginebra y, tras retirarse, siguió colaborando como miembro de la Comisión Nacional Consultiva de Derechos Humanos, hasta 2005. También tuvo relación con partidos europeos de izquierdas. En concreto, en el año 2009 mostró su voluntad de apoyar, junto Cohn-Bendit y José Bové, las listas del partido Europe Écologie para las elecciones europeas de ese mismo año, durante la convención nacional de los comités locales del grupo político. Su faceta activista es quizás la más recordada por los jóvenes, tras la edición de sus libros ‘Indignaos’ y ‘¡Comprometeos!’. Defensor de la causa palestina, en los últimos años ha viajado varias veces a la zona para denunciar la situación en la Franja de Gaza.