Antonio Amate Campos
Tus manos
Su familia

Enredo mis dedos a los tuyos, exhalan el aroma de los limones recién exprimidos, y derraman los jazmines, los pétalos de las rosas, los geranios, y todas las flores que nos ofreciste, con tu ternura infinita de niño bueno. Evoco con dolor miles de recuerdos, en su hueco descubrí los dulces y oscuros huesos ofrecidos a las cerbatanas infantiles cuál proyectiles certeros Se abrían y de su interior salían, como de un sombrero de copa, diminutas hadas que iluminaban la noche , conjurando el terror que la soledad de mi cama me invadía. Las siento como ultimo reducto de quien fuiste, quién eres, quién serás. Ya no hay más vestigio de ti que la fuerza, la ternura, la franqueza que destilan tus dedos, tus manos ayer seguras, fuente de vida, acariciadoras, hoy se agarran con fuerza las mías, y en ese gesto deshago todas las lágrimas que aún no he derramado y un río de sangre quiere cambiar de orilla desde mis venas, para compartir la vida que sin ti queda hueca y vacía.