Un año hace que te marchaste de mi lado. Te echo tanto tanto de menos, y cada día que pasa me pregunto dónde estarás, qué estarás haciendo... Porque no hay una señal que me diga que estás bien. Siempre has sido un hombre maravilloso, jamás has tenido una mala palabra para nosotros, ni un mal gesto. Siempre he querido ser como tú. Has sido mi guía y mi patrón a seguir. Has sido un Padre estupendo, un amigo ejemplar, maravilloso para tus nietos que tanto te han querido. En pocas palabras has sido tan importante para mi que nunca encontraré un amigo como tú. Siento que mis sentimientos son egoístas, pero no puedo evitar pensar y sentir que te perdí en vida, pero nunca te perderé en alma ni en mi corazón. Donde quiera que estés, descansa en Paz. Tu misión con nosotros fue más que nos merecemos. El día que me toque marcharme, quisiera estar contigo y dejar tanto cariño en mis hijos como dejaste en mí. Sé que es muy fácil escribir palabras, pero mis palabras escritas no son simplemente palabras, son sentimientos que salen de mi ser. Te quiero, siempre te lo demostré en vida, y necesito seguir demostrándotelo. Papá, te hecho de menos. Creo que la Fe es como la Justicia, para todos los que la necesitamo, queremos creer. Allá donde estés, quiero que sepas que TE QUIERO y jamás me voy a olvidar de ti. Gracias por dejarme tanto cariño.