El barítono alemán Dietrich Fischer-Dieskau, considerado uno de los grandes cantantes líricos del siglo XX y el mejor intérprete masculino de lied -canciones para voz y piano- murió el pasado viernes. Así lo ha anunciado su esposa a la prensa alemana. Nació en el barrio berlinés de Zehlendorf y comenzó a cantar de niño, recibiendo clases de piano a partir de los nueve años, y de canto, desde los dieciséis. En 1942 siguió sus estudios vocales con Hermann Weissenborn, en la “Hochschule für Musik” de Berlín. Su primer recital público, en Berlín en 1943, fue interrumpido por un bombardeo de la Royal Air Force británica. El cantante se había retirado de los escenarios en 1992 e iba a cumplir 87 años. Quedará en la memoría del público por sus interpretaciones del ciclo Viaje de invierno de Franz Schubert. En 1947, regresó a Alemania, donde comenzó su carrera profesional cantando el Réquiem alemán de Brahms sin haber ensayado, pues fue el sustituto de último momento para un cantante que se encontraba indispuesto. Una de las cimas de su carrera fue su participación en el estreno del -War Requiem- , del británico Benjamin Britten, presentada en la inauguración de la nueva catedral de Coventry, en 1962.