El 7 de enero nos dejó José Martinez. Su familia lo seguimos recordando como un gran luchador y un gran padre que fue y según mi madre un gran marido también. De joven ya se le veía formas de ser una persona interesada en los demás a la hora de cerrar un negocio como corredor de pisos. En su juventud le preocupaba más que quedara contento la persona que en sí lo que él pudiera ganar. Siempre fue así. Tuvo muchos amigos pero todos los que se le acercaban eran para pedirle algo, favores o dinero, ya que entonces él tenía una buena posición. Pero fue transcurriendo la vida y ya de mayor seguía haciendo favores a los demás. Algunas veces por encima de sus posibilidades pero nadie le daba las gracias de corazón: se aprovechaban de él. El único defecto es que siempre quería ser el mejor en todo lo que hacía: creo que yo he heredado ese defecto también. Pero un día mi hermano le predicó de una persona que si lo quería tal como era y no le iba a pedir nada a cambio, sólo que lo creyera. Él se sorprendió, preguntó y mi hermano, que hoy en día es pastor, le dijo ese hombre es Jesús, Él murió por ti y por tus errores y no quiere que te sientas solo: ya que has dado tanto a los demás deja que Jesús sea el que a partir de ahora te dé lo más grande su salvación, solo por creer en su obra en la cruz que él la hizo por ti en sustitución tuya. Y la aceptó. Por eso, a pesar de que se ha ido y como humanos estamos apenados también gozosos porque sabemos dónde está: en el Cielo. Yo también soy un hijo de Dios, soy creyente y es lo que me impulsó a fundar esta ONG humanitaria ‘El misionero y el mundo’. Lo hice por amor hacia los demás: ya que Jesús me ha amado tanto, por qué yo no podía dar de este amor tan puro y esto fue lo que me impulso. Dos vidas paralelas la de mi padre y la mía pero unidas en Dios para hacer el bien. José Martínez fue presidente y vicepresidente de la tercera edad Andarica y presidente de la asoc. de la defensa de los mayores de Almería.