Perder el norte

Se empeñan en hacernos dicromáticos, ¡conmigo o contra mí!

Emilio Sánchez de Amo
09:00 • 04 mar. 2023

Conspirar contra el vecino, dar un chivatazo, o buscar un resquicio de debilidad para utilizarlo cuando tercie, incluso en beneficio propio, es el verdadero deporte nacional. Lo arrastramos desde la posguerra, con situaciones de gran necesidad para sobrevivir lo mejor posible a la dictadura, o por maldad. Hoy, hay quienes señalan para que uno u otro bando te hunda, y expertos censuradores te vapulean en la nueva plaza, las redes sociales.



Ahora no tenemos el yugo de la dictadura, pero sí su ausencia de respeto a la diversidad personal, las inquietudes, las distintas formas de ver las cosas, el derecho a tener una postura más progresista ante una situación y más conservadora ante otra. Pero así es el ser humano, contradictorio, o no, un ser que se cuestiona, que duda, que muta, ..., pero se empeñan en hacernos dicromáticos, ¡conmigo o contra mí!



Aunque la realidad se impone y la pureza escasea. Que se lo digan a quienes arremeten contra Sánchez por el ‘Caso Mediador’, a pesar de haber actuado con contundencia, mientras aquellos siguen encubriendo las vergüenzas de los suyos, y otros juegan al deporte nacional buscando el momento oportuno.



Pero me niego a pensar que no seamos capaces de dejar de juzgar a quienes dan un giro a su trayectoria de pensamiento, aún a costa de equivocarse. Gracias a eso, hemos avanzado en Ciencia, como cuando Einstein reemplazó la Teoría de la gravedad de Newton. El problema surge cuando alguien se aprovecha de las mutaciones de otros y lo retuerce en beneficio propio, como con Tamames en la moción de censura.



Y es que, ya lo dijo Einstein, “La medida de la inteligencia es la capacidad de cambiar”, pero, si no se pierde el norte, mucho mejor.







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