Ana Julia Quezada se derrumba y confiesa el crimen de Gabriel Cruz

La acusada afirma que asfixió al menor durante una discusión el día de la desaparición

Agentes de la Guardia Civil rodean a Ana Julia Quezada durante la reconstrucción de hechos en la finca de Rodalquilar.
Agentes de la Guardia Civil rodean a Ana Julia Quezada durante la reconstrucción de hechos en la finca de Rodalquilar.
Javier Pajarón
10:09 • 13 mar. 2018

Ana Julia Quezada regresó la tarde del martes a la finca de Rodalquilar (Níjar) vestida con una característica sudadera roja con capucha. La presunta asesina de Gabriel Cruz Ramírez completó el mismo recorrido realizado un día antes entre una nube de guardias civiles. Sin embargo, esta vez decidió colaborar.




Acompañada por el magistrado instructor Rafael Soriano, la detenida describió paso a paso la secuencia de hechos, cómo colocó el cuerpo del niño y cómo retiró sus restos de un aljibe el pasado domingo cuando, sin saberlo, era grabada por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de Guardia Civil.




La sospechosa se había derrumbado horas antes durante el interrogatorio. Tras 48 horas de custodia en los calabozos de la Comandancia de Almería, Ana Julia Quezada rompió su silencio el mediodía del martes. Durante dos horas ofreció detalles sobre la muerte del pequeño y se confesó autora material.




Según fuentes de la investigación consultadas por LA VOZ DE ALMERÍA, la arrestada confirmó la muerte por asfixia del pequeño durante los primeros instantes de la desaparición. Los agentes creen que existía una mala relación entre ambos.




Una discusión
Ana Julia Quezada de 43 años de edad confesó la agresión, achacada a una fuerte discusión con Gabriel Cruz la tarde del 27 de febrero en Las Hortichuelas, donde se le perdió la pista. No manifestó en su declaración ante la Guardia Civil la existencia de un plan para raptar al pequeño y acabar con su vida, y describió los hechos como un arrebato.




El informe preliminar elaborado por el Instituto de Medicina Legal de Almería detectó una asfixia mecánica como causa probable de la muerte del niño, aunque localizó diversos golpes en los restos de Gabriel Cruz.




La confesión de Ana Julia Quezada despejaba el camino para los investigadores. Sin embargo, quedaban flecos pendientes de resolver. A primera hora de la tarde, la Guardia Civil se desplazó hasta una escombrera para hallar las prendas del chico. La acusada aseguró que le quitó la ropa y la tiró a un vertedero ilegal en Níjar. 




Estas prendas aparecían descritas en los miles de carteles de búsqueda repartidos por la provincia de Almería y difundidos a través de los medios de comunicación digitales y redes sociales. 


Luego, el magistrado instructor Rafael Soriano coordinó una nueva ‘visita’ a la finca de Rodalquilar. La comitiva judicial llegó sobre las 17.20 horas. Unos 20 agentes de la Benemérita tomaron posiciones en el pequeño cortijo de la familia paterna del fallecido Gabriel Cruz, mientras varias unidades protegían el perímetro (la finca está vallada y tiene una única puerta de acceso por la carretera que une Rodalquilar con la Isleta del Moro).


Seguridad
La diligencia se prolongó durante una hora aproximadamente. La detenida explicó  sus pasos, accedió en varias ocasiones al interior del inmueble y se centró durante gran parte de la prueba en describir sus movimientos en el aljibe. Siempre esposada. Siempre acompañada por la letrada designada en el turno de oficio. Siempre rodeada por los agentes y de la propia autoridad judicial.


A las 18.30 horas, Ana Julia Quezada se introdujo en la parte trasera de un vehículo de la Guardia Civil. El convoy, fuertemente protegido, tomó rumbo de nuevo a la Comandancia de Almería.


Se espera la entrega de la autora confesa del crimen esta mañana en los juzgados de Carretera de Ronda. El traslado se realizará a primerísima hora por motivos de seguridad. La sede judicial y la Comandancia de Almería están solo a 500 metros.



Temas relacionados

para ti

en destaque