Pascal Ackermann gana la XXXII Clásica de Almería en Roquetas de Mar

Marcel Kittel fue el segundo en la meta

Rafa Góngora
10:19 • 16 feb. 2019 / actualizado a las 13:43 • 16 feb. 2019

La Clásica Ciclista de Almería cumplió 32 años de historia en un domingo inolvidable para los amantes del ciclismo. Los almerienses pudieron ver en acción a los mejores ciclistas del panorama nacional e internacional por la capital y por la provincia de Almería.




Recordar que la Clásica Ciclista de Almería es una de las pruebas con más solera del calendario español y que recuperó en 2018 la vuelta a la máxima categoría (1.HC) que otorga la UCI. Eso ha permitido que más ciclistas de primera línea hayan participado en la edición de este año que, como las anteriores, ha sido espectacular.




Viator, Rioja, Tabernas, Turrillas, Lucainena de las Torres, Sorbas y Uleila del Campo, por donde pasó el pelotón de la Clásica de Almería, fueron capitales del ciclismo internacional por un día. El día amaneció con sol y sin viento para disfrutar un año más de la Clásica Ciclista de Almería en la capita, por la provincia almeriense y en Roquetas de Mar.




La salida
El concejal de Deportes, Juanjo Segura, cortó la cinta en las línea de salida, que estaba repleta de aficionados que crearon un espectacular ambiente antes y durante la salida de la edición XXXII de la gran carrera almeriense.




Espectacular
El ciclista alemán Pascal Ackermann, del Bora-Hansgrohe, se proclamó vencedor este domingo de la trigésimo segunda edición de la Clásica de Almería, disputada entre Almería y Roquetas de Mar sobre un recorrido de 192,5 kilómetros, y que se resolvió al esprín, con un tiempo de 4 horas, 27 minutos y 59 segundos. Ackermann se impuso en la llegada masiva que tuvo lugar en un circuito urbano en Roquetas de Mar al también germano Marcel Kittel (Katusha) y el esloveno Luka Mezgec (Mitchelton-Scott).




La carrera se animó en su comienzo, con un grupo de siete ciclistas saltando a las primeras de cambio y alcanzando ya los dos minutos de ventaja sobre el pelotón cuando apenas habían transcurrido los primeros diez kilómetros de la prueba.




Del grupo, formado por los españoles Carlos Verona (Movistar) y Juan Antonio López-Cózar (Euskadi-Murias), el francés Axel Journiaux (Direct Énergie), los neerlandeses Justin Timmermans (Roompot-Charles) y Jetse Bol (Burgos-BH), el estadounidense Emerson Oronte (Rally UHC Cycling) y el ruso Petr Rikunov (Gazprom-Rusvelo), el norteamericano sería el primero en caerse, engullido por el pelotón. Los seis restantes se encaminaron a los esprines intermedios de Tabernas y Uleila del Campo, así como a los puertos de montaña de Cuesta Blanca, Lucainena, Sierra Alhamilla y Turrillas. En estos tres últimos, Verona logró abrir hueco con sus compañeros de fuga para asegurarse ser el mejor escalador de la jornada.




Se formaron dos grupos en el pelotón en el descenso hacia los dos últimos esprines intermedios en Rioja y Almería. Pascal Ackermann fue el más rápido en la línea de meta de Roquetas de Mar.













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