Detrás de la pantalla (XVI): El vídeo prohibido de la cuarentena

Álvaro Hernández
07:00 • 24 may. 2020

Por fin, la crisis del coronavirus ha dado lo mejor que puede tener una época: su propio vídeo prohibido.



Los 90 dieron un buen puñado de estas grabaciones a medio camino entre el morbo y la leyenda urbana. El vídeo de Pedro J. Ramírez, las inexistentes películas del ‘Bar España’ o las polémicas cintas ‘snuff’ de Alcàsser, que rentabilizó Netflix hace unos meses con un documental.



La pandemia ha dejado ya su primera joya para los coleccionistas del futuro. Se trata de ‘La reunión secreta’, el programa del doctor José Miguel Gaona emitido a través de YouTube en el que informa, analiza y reflexiona sobre esto del coronavirus.



La pasada semana había un invitado especial: Enrique Arce. Quizás ese nombre no te diga nada. Es más conocido como Arturo Román, aunque seguramente para ti sea, simplemente, ‘Arturito’, el de ‘La Casa de Papel’.






Pues resulta que nadie nunca podrá ver la entrevista a ‘Arturito’. Lo poco que yo sé de ella es gracias a Evaristo Martínez, que me la fue narrando en tiempo real advirtiéndome de que algo se cocía ahí. Y tanto. Una vez terminada la emisión en directo, el vídeo fue eliminado y todos los rastos del incidente han sido eliminados de internet, con lo difícil que es eso.



El vídeo ha sido eliminado porque ‘Arturito’ está jodido. Hablaba con la lengua de trapo. Soltaba  incoherencias y su mensaje era que a pesar del éxito de la serie más vista de la historia de Netflix, su vida es una mierda. Todo ello, mientras un ejército de lobos comentaban en el chat dedicándole cariñosas palabras como “farlopero” o “borracho”. Un cuadro.



Me encuentro, además, con una noticia sobre Phelps, el mejor nadador de todos los tiempos.Ha confesado que su depresión ha sido un tormento durante la cuarentena. “No desaparecerá, nunca me curaré”, ha explicado.


Mientras tanto, la periodista Lorena G. Maldonado desgrana en El Español la autobiografía de Woody Allen. En ella, el hombrecillo cuyo corazón late al ritmo de Hollywood confiesa que jamás le ha faltado de nada y “sin embargo, me las arreglé para estar siempre con los nervios destrozados, con la compostura pendiendo de un hilo”.


Depresión y ansiedad unen a los protagonistas de hoy. Tratar como algo heroico quedarse en casa siempre me pareció una gilipollez, pero en el caso de los que suelen ver el ataúd medio lleno la cosa es distinta. Vosotros sí que sabéis resistir.


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