La película ‘olvidada’ de Pedro Almodóvar en Almería

El cineasta rodó en Agua Amarga dos secuencias de su segundo filme, ‘Laberinto de pasiones’

Agua Amarga, escenario para un par de secuencias de ‘Laberinto de pasiones’, segundo largometraje de Pedro Almodóvar.
Agua Amarga, escenario para un par de secuencias de ‘Laberinto de pasiones’, segundo largometraje de Pedro Almodóvar. La Voz
Evaristo Martínez
07:00 • 15 ago. 2019

La relación entre Almería y el celuloide se ha plasmado en unos quinientos largometrajes en casi setenta años. Nuestra provincia ha sido desde entonces el plató natural donde Leone, Lean, Spielberg, Millius y Antonioni, por ejemplo, han esculpido sus historias, apoyándose en la salvaje belleza de un paisaje convertido en un elemento dramático más.



De momento, ninguna administración ha abordado, con rigor y en profundidad, la tarea de realizar un fondo documental que permita que este legado no se pierda como lágrimas en la arena. Por eso, los certeros listados sobre el cine rodado en la tierra del indalo se los debemos al esfuerzo de los investigadores. Una labor recogida en libros como ‘Almería, plató de cine’, de José Márquez Úbeda; ‘Cabalgando hacia la aventura’, de José Enrique Martínez Moya; la coral ‘Guía del cine’, coordinada por Juan Gabriel García, y en webs como ‘Almeriacine’, de Juanen Pérez Miranda, y ‘Almeriaclips’, de Juan Jesús López.



Sin embargo, de vez en cuando aparece algún título en el que nadie había reparado y que engrandece el binomio Almería-pantalla(s). Es el caso de ‘Laberinto de pasiones’, segundo filme de Pedro Almodóvar, quien en 1982 ambientó en Agua Amarga dos secuencias. Un dato que no había sido recogido antes y que el cineasta, junto a su hermano, el productor Agustín Almodóvar, apuntaba a su paso por Almería, a finales de junio, para inaugurar su exposición ‘Flores de periferia’ en el Centro Andaluz de la Fotografía (CAF).






Es bien conocido que el oscarizado director rodó en Mónsul en 2002 un pequeño pasaje de ‘Hable con ella’. “Un par de meses después estuvo allí Bisbal haciendo un vídeo. Estáis llenos de historia cinematográfica”, recordaba el autor de ‘Dolor y gloria’. “¿Y ha venido más veces?”, preguntó la prensa. “Sí, estuve muy joven en Mojácar pero no recuerdo bien con quién”, desveló. Entonces, ‘Tinín’, como le llama cariñosamente su hermano, abrió la puerta de lo vivido hace casi cuarenta años. “¡Claro! Rodamos en la playa de Agua Amarga y nos quedamos en Mojácar. Cumplía años el jefe de eléctricos y nos dimos un homenaje”, desveló Agustín.






‘Laberinto de pasiones’ transcurre en el Madrid de la Movida (“me atrae que dentro de veinte años la gente se confunda creyendo que Madrid era así”, decía entonces, profético, Pedro a ‘El País’) pero se escapa a Agua Amarga en un par de ‘flashbacks’, uno de ellos fundamental en la historia para comprender al personaje de Cecilia Roth. La argentina no aparece en esos fragmentos pero sí la niña que la encarna en su infancia, Eva Carrero, así como los actores Fernando Vivanco y Helga Liné.



Es lógico que el rodaje pasara desapercibido: la Movida nos quedaba muy lejana y fuera de su ámbito Almodóvar -con el único bagaje de sus cortos y de su ópera prima ‘Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón’- era casi un desconocido. ‘Laberinto de pasiones’ le catapultó (diez años después de su estreno seguía en los madrileños Alphaville) y ahora sabemos que, como tantas veces, Almería fue testigo de los primeros pasos de un cineasta único.




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