Una receta familiar, el secreto de esta fábrica de embutidos en María

Industrias Cárnicas María, “Los Amadeos”, es una empresa referente en la comarca de los Vélez

Las instalaciones de Industrias Cárnicas María en el marco incomprable de la sierra que lleva su nombre.
Las instalaciones de Industrias Cárnicas María en el marco incomprable de la sierra que lleva su nombre. La Voz
César Lorente Venteo
12:50 • 23 abr. 2024 / actualizado a las 10:45 • 25 abr. 2024

“Somos una empresa familiar de más de 40 años comprometida con la elaboración de embutidos de manera artesanal  tradicional, de fabricación propia y de máxima calidad, tal y como nos han enseñado nuestros mayores”, recuerda Mari Carmen de Industrias Cárnicas María. “Es el legado que mi abuela pasó a mi padre, que sigue trabajando y es él quien tiene la receta y la maestría para la elaboración de nuestros productos caseros, que hacen recordar a la misma tierra, al origen. Eso, unido a nuestro toque especial es lo que hace especiales a nuestros productos”.




En la empresa familiar elaboran todos los productos que se extraen del cerdo: jamones y paletas curadas, embutido curado ―salchichón, chorizo, lomo embuchado o sobrasada―, y el embutido cocido, ―jamón york, butifarra, morcilla, etc―. Una de las claves de la calidad y sabor de sus elaboraciones, además de la receta, es que controlan todo el proceso de la cadena, desde que el animal llega a sus instalaciones hasta que sale el producto a la venta.




“Sabemos la carne que cogemos y elegimos la mejor para cada tipo de embutido; además del maravilloso entorno natural que envuelve nuestra localidad para su curación”, continúa Mari Carmen. “Nuestro objetivo es llevar el mejor producto posible a las casas. Mimamos cada pieza para que conserve todas sus propiedades y sabor, así como el deseo de salvaguardar el patrimonio alimentario de la humanidad y la cultura gastronómica de nuestro país. Todo el que prueba nuestros embutidos artesanales y productos relacionados con el cerdo repite”.




Para la elaboración de sus productos cárnicos y embutidos unen la experiencia de cuatro décadas y la tradición, empleando carnes de primer nivel, apostando por los productos de proximidad con productos agrícolas de la región, así como las especias y condimentos. Todo ello lo hacen respetando los tiempos en los proceso de adobo, maceración y curación lenta de manera natural en su propia fábrica, realizando controles exhaustivos de temperatura y humedad, además de contar con las máximas garantías sanitarias y de seguridad, cumpliendo con toda la normativa vigente.




Y es que, desde su parcela de actuación a 1200 metros de altitud ―otra particularidad que hace que sus productos sean tan buenos―, favorecen el trabajo local y de la comarca: desde los propios trabajadores en sus instalaciones, hasta los ganaderos, los trabajadores en los criaderos, repartidores, veterinarios, vendedores en mercados ambulantes o carniceros de distintos puntos de la provincia que les compran directamente la carne. “Yo quiero que la gente joven se quede aquí, en su tierra, y no se tenga que ir fuera”.




“Cada uno somos únicos, tenemos nuestro producto estrella. Cada uno tiene una cosa que aportar al mercado y eso también hay que valorarlo. Hay que darle una oportunidad a los pequeños comerciantes, porque buscamos siempre lo mejor para el cliente”, finaliza Mari Carmen. Tradición, calidad y cercanía son la seña de Industrias Cárnicas María, que como tantas otras, hacen grande a nuestra tierra y las que tenemos, como almerienses, que apoyar.




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