Crónicas del Ayer: Crimen de uniforme en un club de alterne

Legionarios se enzarzaron en una violenta pelea con otros clientes del local

Policía Nacional en un club de alterne.
Policía Nacional en un club de alterne. La Voz
José Ángel Pérez
13:22 • 01 ene. 2023

Una reyerta en un club de alterne de la carretera de Cabo de Gata en la barriada del Zapillo se saldó la madrugada del 18 de noviembre de 1983 con la muerte del joven malagueño Joaquín E. apuñalado a cuchilladas y en cuya muerte se vieron implicados dos cabos primeros de la Legión. La noche del crimen la víctima se encontraba en el establecimiento charlando animadamente con un amigo y bromeando con las camareras del local.



Al filo de la medianoche varios miembros uniformados de la Legión que estaban de maniobras en el campamento militar de Viator entraron en el local. Algo raro debió de pasar entre los recién llegados y los clientes que a los pocos minutos comenzó el incidente. Hubo un cruce de miradas desafiantes iniciándose una discusión cuando uno de los legionarios se insolentó una camarera de la cafetería.



Las palabras fueron subiendo de tono. Ni los dos jóvenes ni los militares se conocían. Todo parecía que la discusión había acabado y los ánimos aparentemente se calmaron cuando finalmente los militares decidieron irse del local...



Pasado un tiempo, al filo de la una de la madrugada volvieron al establecimiento cuatro legionarios, buscando directamente a Joaquín E. que había llevado la voz cantante en la disputa, aunque solo dos de ellos intervinieron directamente en el suceso. Tras insultarle y amenazarlo de nuevo se enzarzaron en otra violenta pelea. En medio de la refriega, uno de ellos sacó de entre las ropas del uniforme un machete de considerables dimensiones no reglamentario apuñalando al joven con saña.



Tras el enorme revuelo producido en el local, los soldados abandonaron el club, al tiempo que la victima quedaba inerte en el suelo junto a la barra en medio de un considerable charco de sangre. Desde el propio club se pidió ayuda a la Policía y unos minutos después una ambulancia trasladaba al herido y a su acompañante hasta el Hospital Provincial. Los médicos que lo asistieron nada pudieron hacer por salvarle la vida ya que el muchacho se había desangrado durante el trayecto.



Cuando los agentes fueron a buscar al amigo para comunicarle su fallecimiento, éste había desaparecido sin dejar rastro desconociéndose en esos momentos su identidad.



La Policía con los datos recabados por los testigos presénciales su primera actuación fue directamente con la Base Militar de Viator, iniciándose así la investigación que posibilitó la localización y detención de los implicados.



El autor del crimen juzgado el 4 de octubre de 1.984 en la Audiencia Provincial fue condenado a una pena de 14 años de prisión.


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