Sol Ruiz: “Este abanico representa a Almería fuera de lo clásico”

La pintora e ilustradora almeriense ha querido representar a la Virgen del Mar en su sencillez

La pintora e ilustradora Sol Ruiz con su abanico.
La pintora e ilustradora Sol Ruiz con su abanico. La Voz
Lucía Martín
21:09 • 22 ago. 2022 / actualizado a las 21:11 • 22 ago. 2022

Sol Ruiz comenzó su contacto con el arte desde pequeña, pintando detrás de los cuadros de su prestigioso abuelo, Juan Ruiz Miralles, ya fallecido. A los dieciocho años cursó Bellas Artes y luego estudió Restauración, a lo que se dedicó unos años. Durante su trayectoria ha ido especializándose en la ilustración además de abrir una academia. Cuando se le planteó la posibilidad de ilustrar el abanico de La Voz de Almería en esta feria supo que sería un reto. 



¿Cómo fue recibir la noticia de ilustrar estos abanicos?



Me gustó mucho la idea, lo consideré un reto. Al principio sentí respeto,porque sabes lo que implica representar a tu ciudad,  estás abierto a las críticas. Pero al final aprendes que cuando eres profesional y tienes claro que tu trabajo está bien hecho no te afecta.



¿Qué te inspiró a realizar el diseño?



 Quería alejarme un poco de lo que había visto otros años y darle importancia a mi faceta como ilustradora, más que como pintora. En su momento estuve restaurando la Virgen del Mar por lo que la había visto de cerca y sabía bien cómo era, una talla románica  pequeña. Me parecía que la imagen de ella siempre es representada con mucha ornamentación cuando en realidad es una escultura sencilla del siglo XII, por lo que decidí centrarme en esa simplicidad. Luego quise contar su historia, con su llegada por mar y representar a Almería de una manera distinta y por eso dibujé en el manto una parte del plano de la ciudad. Para añadir color quería representar la feria de Almería, que admiro desde pequeña, y para mi siempre ha empezado con la batalla de flores por eso decidí ponerlas.



¿Por qué has elegido ese orden compositivo?



Realizar un diseño en abanico es particularmente difícil, pues la composición del dibujo marca mucho el formato. Sabía que quería la virgen a la izquierda y de ahí que el manto fuese el mar y poco a poco fue formándose. Quería que lo que más se viera fuera la Virgen, por ello el peso de la composición, con las flores y los colores, se concentra ahí mientras que la figura en sí de ella está en blanco y negro. Esto la enmarca creando un elemento compositivo de más visión, siendo el punto focal y te lleva luego a lo demás.



¿Por qué has decidido mostrar a la virgen en su sencillez?

Primero porque la sociedad necesita que se muestren las cosas más reales. Esa sensación de camuflaje actual, de maquillar quien eres en redes se transporta a esto. Todo lo que lleva la virgen es un símbolo importante pero no deja de adornar algo que ya de por sí no lo necesita. Quería quedarme en lo más simple, sencillo. Mi arte es así, tiendo a simplificar al máximo, lo que permite al lector poder completar esos huecos. 


¿Por qué decidiste utilizar esa paleta de colores? 

 Casi todos son colores muy puros. Los distintos tonos de azul vienen de cuando trabajaba las marinas en pintura con mi abuelo: el blanquecino de como rompen las olas, el azul cristalino de las aguas de Cabo de Gata o las zonas más oscuras del mar. No es una paleta trabajada con colores mezclados, sin degradados, sólo hay luz y sombras.


¿Cómo comenzaste a darle forma a la idea?

 Empecé por la virgen porque tenía claro que era la imagen central. Hice un grabado digital y a partir de ella continúe con el manto y sabía que tenía que salir el mar. Si solo fuera azul el manto le faltaría algo así que intenté representar la ciudad saliendome de la representación clásica fuera de la Alcazaba o la catedral.


¿Ha influido tu trayectoria en el estilo? 

Sí, totalmente. Últimamente estoy trabajando mucho este estilo sobre mancha, con tinta, con color pero trabajando gama de negros y grises. Además quería darle otra visión al abanico, no tan clásico, como hago en mis obras.


¿Cómo comenzaste en este mundo?

 Con dos años ya pintaba por detrás de los cuadros de mi abuelo Miralles. Siempre he estado relacionada con la pintura. Y, en un momento dado, con quince años decidí que quería estudiar Bellas Artes. Una vez ahí sí que estudié las asignaturas de ilustración y de dibujo. Cuando terminé hice Restauración, que también me ha aportado mucho a mi estilo y me dediqué a ello por un tiempo. Decidí continuar con la pintura, abrir una academia que comenzó dando clases a amigas y empezó a crecer. Además me decidí a enviar la historia de ‘Mucho’ a distintas editoriales y se publicó en 2021 por lo que estoy muy contenta.


Temas relacionados

para ti

en destaque