Almería se lanza a la calle para festejar con un ambiente de Primera

Almería y la ciudad son de Primera. Siete años en Segunda División que terminan este domingo con el ascenso y un día que quedará grabado a fuego en la memoria de todos los almerienses, y también para todos los que se han lanzado a las calles de la capital para festejarlo con gran emoción e inmensa alegría. 

Fue pitar el árbitro el final del partido, tras un desenlace emocionante, y estalló la fiesta con miles de almerienses se lanzaron a las calles y a la Rambla para gritar más fuerte aún que Almería es de Primera. Lágrimas y sonrisas de emoción en el rostro de los aficionados rojiblancos para acompañar la gran fiesta que hay montada. Cánticos como "Almería es de Primera" y "campeones, campeones, oe, oe, oe", entre otros, resuenan por los rincones junto a los pitos de los vehículos. 

Tras el corte de la Avenida Federico García Lorca, poco después de las 22 horas, mayores, pequeños y todos juntos han vibrado al ritmo del Himno del Almería, que resonaba desde las gargantas de los almerienses, y desde un coche, ubicado en el centro, animando la fiesta con un gran altavoz en el maletero. Mientras, numerosas personas se han subido a la noria para ver desde el cielo el ambiente espectacular, al mismo tiempo que abajo ondeaban las banderas y las bufandas junto a la iluminación de algunas bengalas. 

Toda una fiesta que nadie quiere perderse, y por ello, hay rojiblancos que se suben en hombros de otros para tocar el cielo junto a la ciudad. Un ambiente impresionante que se está viviendo sin altercados hasta el momento, aunque con toda la intensidad que dejan los nervios vividos en los últimos instantes y con la euforia instalada tras el gol del Alcorcón contra el Éibar que daba el ascenso a los rojiblancos.

Para los más pequeños es su primer ascenso y la primera vez que pueden vivir esta experiencia y para los jóvenes y más mayores vuelven a recordar y revivir el ambiente especial como en los anteriores ascensos a primera que ha vivido la ciudad. Una noche que la ciudad no olvidará nunca y en la que los almerienses vuelven a demostrar todos juntos que son una afición de Primera.