Una aseguradora compra Plastimer y Macresur y prevé invertir 15 milllones

Se hace la luz para TPM (Torres, Plastimer y Macresur) hasta el año pasado uno de los mayores fabricantes de plásticos de Europa con dos centros en Almería. 
El grupo asegurador sevillano Morera Vallejo ultima la compra de este viejo gigante de la industria auxiliar almeriense por una cifra cercana a los 15 millones de euros que invertirá en reflotar las plantas industriales, a través de un plan de viabilidad, con la incorporación de 200 empleados.
La operación está solo a la espera de que los compradores lleguen a un acuerdo con los liquidadores sobre unos flecos que tienen que ver con las cargas financieras y tributarias que tiene el fabricante de plásticos.
Morera Vallejo es una de las mayores corredurías de seguros española y cuenta con oficinas en Madrid, Córdoba, Huelva, Mallorca, Sevilla, Valencia, Málaga y Barcelona.
TPM echó el cierre justo hace ahora un año tras décadas de liderazgo en el sector del plástico. La dirección y el Comité de Empresa dieron el visto bueno a un ERE extintivo que dejó sin empleo a 153 empleados de los centros de El Ejido y Valencia.
Los activos de Inversiones Plásticas TPM está compuestos por dos centros de producción en El Ejido (Plastimer y Macresur) y Torres Film Plastic, en Torrent (Valencia).
La dirección de la empresa presentó concurso voluntario de acreedores para hacer frente a las deudas que acarreaba la sociedad, pero no pudo cumplir con el convenio fijado entre las partes para su devolución.
El origen de TPM proviene de la fusión de las tres compañías en 2001. Su época de mayor pujanza la alcanzó en 2002 cuando llegó a facturar más de 200 millones de euros con una plantilla de 600 empleados. De hecho llegó a ser la segunda empresa nacional del sector y un líder europeo en fabricación de plásticos industriales y para invernadero.
Entre sus accionistas figuraban, además de los propietarios de las tres firmas fusionadas, el fondo británico 3i, Caja Granada y Cajamar y la mayoría del capital, en manos del grupo Grumar.
Sin embargo, unos años después, TPM inició su declive por la paralización de pedidos y problemas de gestión que acabó con   la solicitud de liquidación.
Antes de eso, los accionistas acordaron una ampliación de capital por un importe de 4,8 millones de euros que no fue suscrita y recibió incentivos por valor de 11,2 millones de euros de la Junta para modernización.