Las disputas quedan enterradas: El mercadillo vuelve a su ubicación tradicional

Desde este viernes, el Malecón de Garrucha vuelve a acoger el mercadillo semanal de cada viernes que durante tantos años ha recibido para hacer sus compras a vecinos y visitantes en este rincón privilegiado.

La normalidad que esta mañana de viernes se ha respirado en el mercado contrasta con lo sucedido hace tan sólo unos meses, cuando las obras de renovación del pavimento del Malecón obligaron a cambiar de emplazamiento uno de los mercadillos semanales más visitados de la comarca.

Fue entonces, en aquel mes de septiembre del pasado año, cuando los cruces de acusaciones y reproches no dejaron de sucederse entre Gobierno municipal, oposición y comerciantes por las diferencias en torno a la ubicación temporal elegida para esta cita comercial. Ahora, nueve meses después, la normalidad ha vuelto de manera definitiva al mercado de Garrucha y con ella todos los puestos que solían acompañar a este evento, ya que la venta de textiles y ropa, por ejemplo, quedó mermada con el cambio de ubicación; algo que no ocurrió con la venta de las frutas, hortalizas y demás alimentos.

Así al menos lo ha celebrado el alcalde garruchero, Pedro Zamora, para quien el de hoy ha sido “un mercado como el de siempre”. El regidor ha contado durante una entrevista en la Cadena SER Levante que se ha reunido previamente con los comerciantes y que ahora “cada uno regresará a su posición, en la que estaba anteriormente”. “Tuvimos una reunión con ellos el lunes y han entrado todos”, ha celebrado Zamora al referirse al regreso de todos los vendedores habituales a su ubicación tradicional, al mismo tiempo que lo ha hecho el propio mercado.

Con respecto a lo sucedido meses atrás, el alcalde ha recordado que “eran 130 puestos y no es fácil reubicarlos. La única calle que reunía esas condiciones era la Miradores aunque había algunos que no apostaban por esa calle pero al final ha funcionado” sobre todo en “el tema de frutas y verduras”. El regidor también su "compromiso" con los comerciantes, asegurándoles que una vez finalizadas las obras "estos regresarían a su anterior ubicación", como finalmente ha sucedido en el día de hoy.