Las almazaras almerienses se blindan ante el robo de aceitunas

En 2022 se presentaron 441 denuncias por robos en explotaciones agrícolas y ganaderas

La almazara Virgen de Lourdes, de Los Gallardos, exige la identificación del polígono y la parcela de donde proviene la aceituna Foto: La Opinión
La almazara Virgen de Lourdes, de Los Gallardos, exige la identificación del polígono y la parcela de donde proviene la aceituna Foto: La Opinión
Emilio Ruiz
19:21 • 10 dic. 2023

José Piñero ha sido albañil toda su vida, primero en Cataluña y después en Almería. A los 66 años y pocos meses se ha jubilado, pero él tenía claro que no le iba a afectar el síndrome propio de quienes cesan en su actividad laboral. Porque, por fin, iba a poder dedicarse en cuerpo y alma a lo que siempre había deseado: cuidar con esmero de su media docena de ovejas y de los 40 olivos que, año tras año, le reportan aceite suficiente para el consumo doméstico tanto a su casa como a la de sus dos hijos. Los tiene de herencia familiar en La Perulaca, en Los Gallardos. “Esos olivos dieron aceite a mis abuelos y a mis padres y ahora dan para mi casa y las de mis hijos, es normal que les tenga cariño”, dice.



Este año no iba a ser diferente. José calculaba que podría recoger en torno a 1.800 kilos de aceitunas. Y se había hecho sus cuentas: “A un 22-22 % podría a llegar a conseguir cerca de 400 litros de aceite”, suficientes para las tres familias y unos compromisos familiares. Pero su gozo entró en un pozo cuando, este mismo mes de noviembre, encontró en sus olivos un aspecto desolador: no solamente le habían robado buena parte de la cosecha de las aceitunas, ya casi prestas para entrar en la molienda, sino que se encontró destrozados muchos árboles. No tiene sospechas de quién puede ser. Sólo sabe que, quienes fueran, son unos desalmados que no se conformaron con robarle parte de la cosecha, sino que también le destrozaron los olivos. “No, no voy a denunciar, para qué, no tengo ganas de líos”.



Durante estos días, José y su familia han recolectado la aceituna que los ladrones le dejaron: “Menos mal que hemos conseguido 800 kilos, pues si solo hubieran sido 300 ó 400, además tendríamos que pagar la maquila completa”. Las aceitunas que le han dejado en los árboles no le han dado la rentabilidad que él esperaba, pues se ha tenido que conformarse, una vez realizado el escandallo, con un 19 %. “Varía de unos años a otros. Pero, bueno, hemos conseguido 150 litros de aceite. Son pocos para las tres casas, pero aún nos queda algo del año pasado y creo que aguantaremos hasta el año que viene sin tener que comprar”.



El caso padecido por José Piñero no es un hecho aislado. Este año se multiplican las denuncias ante los cuarteles de la Guardia Civil por el robo de cosechas. Los ladrones tienen un incentivo: el precio del aceite. “Cuando estaba a tres o cuatro euros el litro no les merecía la pena, pero ahora, a casi 10 euros, a los ladrones les salen las cuentas, pues 500 kilos de aceituna que roban les pueden reportar un beneficio de alrededor de 1.000 euros”. Según las organizaciones agrarias Asaja y UPA, los robos en las explotaciones olivareras se han duplicado o triplicado este año. Muchos de los desaprensivos ladrones ni siquiera se molestan en hacer el aceite, sino que venden a las almazaras directamente la aceituna, por la que pagan alrededor de 1,50 euros por kilo. O las cambian por aceite, que después venden a particulares o a bares y restaurantes.



Según el Ministerio del Interior, al cierre de 2022 se presentaron en España 10.992 denuncias por robo en explotaciones agrícolas y ganaderas. Solamente se resolvieron el 18 %, unas 2.000. En el caso de Almería, hubo 441 robos denunciados con solamente 52 casos resueltos. Pero, lamentablemente, la mayoría de los robos ni siquiera llega a denunciarse.



Las almazaras son piezas claves para poder terminar con esta plaga del robo de aceitunas, pues al final los ladrones tienen que acudir a estas industrias para transformar su robo en beneficio económico. Para no encontrar obstáculos en las almazaras, los ladrones muestran falsas autorizaciones de rebusca o, lo que es peor, usurpan la identidad de propietarios de fincas. Hasta ahora, las almazaras aceptaban aceituna de cualquier procedencia. Pero la situación ha cambiado. En la almazara Virgen de Lourdes, de Los Gallardos, por ejemplo, lo primero que pueden ver quienes acuden con aceituna es un gran rótulo que dice así: “No se hace cambio de aceituna por aceite sin justificar polígono, parcela y fotocopia del DNI”.





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