Aumenta el riesgo de inundaciones y sus efectos en 40 municipios almerienses

Los estudios indican que el cambio climático hará más frecuentes las lluvias torrenciales

Salida del Río Almanzora a su paso por la localidad de Arboleas
Salida del Río Almanzora a su paso por la localidad de Arboleas La Voz
Antonio Fernández
20:01 • 06 jun. 2023

La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural trabaja en la actualización del Plan de Gestión de Riesgo de Inundación en la demarcación hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas. Un plan que en el caso de Almería afectaría a alrededor de cuarenta municipios, básicamente los ubicados en los grandes valles y en las zonas de desembocadura de los ríos de la provincia.



La revisión se aborda al considerar los estudios sobre escenarios futuros provocados por el cambio climático que afectan a las variables hidrológicas y que pronostica, en la mayoría de los casos, un aumento de la probabilidad de ocurrencia de inundaciones y de la gravedad de los daños producidos.



Crece el riesgo
Según el argumentario de la Dirección General de Planificación y Recursos Hídricos, tanto los estudios como las tendencias observadas apuntan a que el régimen de lluvias acentúa los riesgos al hacerse frecuentes los episodios de lluvias torrenciales que amenazan con ser más intensas (más agua en menos tiempo).



A la hora de delimitar las áreas en las que son esperables episodios de inundaciones, el proyecto identifica medio centenar de zonas calificadas como ARPSI’s (Áreas de Riesgo Potencial Significativo de Inundación), que abarcan alrededor de la mitad del territorio de la provincia, con riesgos altos cuanto mayor es la cercanía a los cauces de los ríos y a las desembocaduras de éstos.



Mapa de ARPSI
En esa situación de peligro por inundaciones y riadas se encuentran Adra (ramblas de Guainos, El Cercado y Las Cruces y el Río Adra); el conjunto del Poniente y sus municipios, con especial atención a las ramblas del Loco, Almocete, Aljibillos, El Cañuelo, La Culebra, Hortichuelas, San Antonio, La Gitana y Puntazo de La Mona, además de los barrancos del Águila, Carcauz, La Escucha o El Palmar.



En el área Almería-Andarax destacan el Barranco Caballar, ramblas Belén, del Charco y Azora, o los tramos del Río Andarax en Fondón, desde Santa Fe hasta Pechina, y desde Pechina hasta la desembocadura.



En Níjar, un municipios plagado de ramblas, destacan la Rambla Morales, Las Higueras, Pozo de Los Frailes, Presillas, las Negras, Viruegas, del Reoso y El Pantano, junto a los barrancos de Sabinar o el de Las Niñas.



Área del Levante
En el municipio de Carboneras se localizan el tramo bajo del río Carboneras, la rambla del Pozo o el barranco Gafarillos. El río Aguas aporta a la lista el tramo desde Turre hasta la desembocadura, la Rambla de Las Marinas y el Barranco Cañada de la Viña.


Del Río Antas destaca sobre todo su desembocadura, ocupada por urbanizaciones el barranco del Acebuche Quemado o la rambla de El Solanillo. Por su parte en la cuenca del Almanzora, que ha generado algunas de las mayores inundaciones históricas, se destacan como zonas de alto riesgo la Rambla de Albox, el Río de Las Herrerías, el propio Río Almanzora a su paso por las localidades y municipios próximos o el barranco de La Ramblilla.


El proyecto de PGRI establece estas y otras zonas de riesgo para una provincia que históricamente ha sufrido fuertes inundaciones y propone un plan de actuaciones que se abordará en los seis próximos años.


Normas y prácticas
En el planteamiento inicial del Plan de Gestión de Riesgo de Inundación se hace mención a los riesgos derivados de la ocupación de ramblas y salidas naturales del agua por parte de los planes urbanísticos o la extensión agrícola.


Para colectivos como el Grupo Ecologista Mediterráneo un plan necesario pero insuficiente después de que durante años desde las administraciones públicas, especialmente las locales, se hayan ignorado los mapas de riesgo ya existentes y se haya permitido la ocupación de zonas que por su situación y la ocurrencia de lluvias torrenciales no deberían haberse ocupado. Recuerdan el famoso dicho de que el agua ‘siempre sale con las escrituras en la mano’ y advierten que si no se abordan las soluciones cuanto antes “es posible que tengamos que lamentarnos, como ya ha pasado en muchas ocasiones a lo largo de la historia”.


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