Llegan las rebajas: Un almeriense ya las ideó hace más de un siglo

Aunque nació en Lubrín, Diego García se estableció en Huércal-Overa y luego en Albox

Diego García sufrió las inundaciones del año 1900. Foto: D. Utrilla
Diego García sufrió las inundaciones del año 1900. Foto: D. Utrilla La Voz
G. Mirón / M. A. Alonso
07:00 • 30 jun. 2019

Estos días han comenzado las rebajas de verano. Lo cierto es que resulta una tarea casi imposible descubrir cuándo, por primera vez en el mundo, un comercio mantuvo durante una temporada los precios de sus productos más bajos de lo habitual con la idea de atraer a más clientes durante ese tiempo determinado.




Sin embargo, sí que conocemos con seguridad que, a caballo entre los siglos XIX y XX, un huercalense de adopción aunque nacido en Lubrín usó en Albox su ingenio para dar salida a sus productos con una iniciativa que bien podría parecerse a unas rebajas actuales. ¿Las primeras rebajas en nuestro país? Nunca se sabrá a ciencia cierta pero, lo que es seguro, es que fueron muy anteriores a los archiconocidos anuncios que nos advierten de que “ya es primavera” o el ‘black friday’.

Inicio empresarial



Diego García nació en Lubrín aunque se estableció en Huércal-Overa junto a su mujer, Luisa Cortés. Según relata el historiador Miguel Ángel Alonso, quien ha rescatado este capítulo histórico, este joven emprendedor alquiló un pequeño local en Albox al mismo tiempo que gestionaba un comercio de telas y paños en el municipio huercalense, aunque al principio “tan sólo abría los martes, día de mercado y durante los días de feria”, detalla Miguel Ángel Alonso. Pero todo estaba a punto de cambiar para Diego García y su familia de forma paradójica; a raíz de unas inundaciones acaecidas en 1900 que supusieron un desastre para muchos albojenses y vecinos de la comarca. Cabe recordar que a finales del siglo XIX Albox era una población que acogía a muchas personas de otros pueblos, especialmente “comerciantes que se instalaban para abrir sus negocios; y de Huércal-Overa fueron muchos”, puntualiza el historiador.




Las tan temidas (por aquel entonces e incluso hoy) inundaciones no tuvieron piedad y el muro de defensa albojense no aguantó su impacto, haciendo que el agua entrase en el casco histórico del municipio, donde se encontraba el negocio del protagonista de esta historia. El comercio quedó envuelto en barro y destrozado. Tanto, que Diego García pensó incluso en cerrar el negocio. Tras consultarlo con su familia, decidió “intentar salvar los muebles y el género deteriorado venderlo a precio de saldo. Hacer unas rebajas”, reitera el historiador e investigador Miguel Ángel Alonso.

Primeras rebajas



La respuesta por parte de la población fue instantánea una vez que el comerciante anunció que tenía la intención de cerrar el negocio y regresar a Huércal-Overa. No tardó en correrse la voz y en seguida era ‘vox populi’ que, como consecuencia de las graves inundaciones, este comerciante nacido en Lubrín estaba vendiendo su género de paños envueltos en barro a precios muy económicos. “La gente al saber esto empezó a acudir a la tienda y a interesarse por llevarse todo lo que tenía”, añade García. Cabe señalar que en la mencionada inundación de 1900 no sólo quedó destrozado el comercio de Diego Alonso. En el caso del municipio albojense “tanto el convento como las tres farmacias que estaban en ese entorno de la plaza y gran parte del comercio de Albox”, salió malparado, por no hablar de las víctimas mortales que se dieron en varios pueblos del Almanzora y el Levante.

Llegó el problema



La respuesta por parte de la población fue de tal magnitud que el género dañado como consecuencia del agua y el barro que esta arrastraba no tardó en agotarse. Ante esta situación fue cuando Diego García realmente usó su ingenio para convertirse en uno de los principales empresarios de la época nacido de una crisis, como suele ocurrir con los grandes emprendedores.




“Para Diego García llegó un momento en el que esto es un problema porque se está quedando sin ‘stock’ y tiene que ponerse en contacto con la fábrica de telas en Barcelona para que le envíen un pedido urgente. Él recibe el género pero sigue diciendo que es de las inundaciones”, explica el investigador. El resultado de esta estrategia cambió la vida de este lubrinense. “Con todo el dinero que hizo en toda esta operación levantó una casa en la calle del Muro, uno de los principales sitios de Albox y allí se instaló en 1902”. Todo un ejemplo de superación empresarial que ahora tanto ponen de manifiesto los ‘coach’ y gurús modernos pero que ya hace 119 años representó un vecino de esta comarca. Quizás, el primer impulsor de las rebajas.




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