Julio Salom Herrera: “Para mí ha sido un honor estar al servicio de Su Majestad el Rey”

Julio Salom Herrera: “Para mí ha sido un honor estar al servicio de Su Majestad el Rey”

Parada militar despedida al contingente de la Legión.
Parada militar despedida al contingente de la Legión. La Voz
Juan Antonio Barrios
13:22 • 25 ene. 2015

El almeriense nacido en Madrid Julio Salom Herrera, es el almeriense que más cerca ha estado de Su Majestad el Rey Juan Carlos y de Su Majestad el Rey Felipe, al tener como destino la Casa de Su Majestad, como ayudante de campo. En la actualidad es el coronel jefe del Tercio Alejandro Farnesio, IV de la Legión, con sede en Ronda.




El 19 de diciembre, en la plaza de armas General Pallás del acuartelamiento General Gabeiras, recibió el mando como coronel jefe del Tercio Alejandro Farnesio, IV de La Legión, en Ronda. El general Martín Cabrero, jefe de la Brigada de La Legión, que presidió el acto, lo definió como: “Tenéis a un extraordinario jefe”  ¿Qué supone para usted ese nombramiento?




Supone un enorme orgullo el poder mandar un Tercio de La Legión y una  gran responsabilidad de estar en la jefatura de una unidad militar con un  altísimo grado de preparación, de exigencia y de disponibilidad.  Siento una enorme gratitud al Mando que ha confiado en mí al darme esta responsabilidad y considero que es un gran reto para mí. Espero con mi trabajo y esfuerzo diario, alcanzar el nivel de eficacia y de exigencia técnica, táctica y moral para llegar a estar a la altura de los legionarios con lo que sirvo.




Sin apenas tiempo para ejercer el cargo, se le encomienda una importante misión como jefe del contingente de 300 instructores que España envía a Iraq como contribución a la coalición internacional. ¿Qué supone para usted este nuevo reto? Y ¿Cuándo recibió la noticia?




Me informaron de ello hace unos 3 meses,  y asumí el reto con un profundo sentido del deber, sintiéndome a la vez tremendamente afortunado y orgulloso de mandar unos hombres y mujeres excepcionales, abnegados, sacrificados, que van a estar lejos de sus familias, de sus seres queridos y alejados de comodidades para ayudar a otros seres humanos en su lucha contra la injusticia y la crueldad. 




Además me siento orgulloso de que el Ejército haya confiado de nuevo en La Legión para acometer esta tarea.     




Regresa La Legión a Iraq, de donde se retiró hace una década ¿Cuál es la neva misión?




Si bien La Legión vuelve a Irak, las circunstancias del país y la misión han cambiado muchísimo. En el año 2003 el enfoque era la seguridad mientras que ahora es una misión de entrenamiento de las fuerzas militares iraquíes, en la que desarrollaremos actividades de instrucción y formación de unidades de las Fuerzas de Seguridad iraquíes, para que sean capaces de enfrentarse con garantías de éxito al grupo terrorista DAESH. 


Para ello, España como parte de la Coalición, establecerá y liderará uno de los cuatro centros de instrucción, llamados en su acrónimo en inglés “BPC” (Build Partner Capability), donde se instruirá al ejército iraquí. La Legión y las unidades logísticas desplegaremos en la localidad de  BESMAYAH situada a unos 40 km de la capital de Bagdag y nuestros compañeros, los guerrilleros del Mando de Operaciones Especiales, que simultáneamente a nosotros colaborarán en misiones similares, pero enfocadas a las Operaciones Especiales, en un recinto específico en Bagdad.  La duración estimada de la misión será de unos 6 meses, aunque a solicitud de la coalición podría prorrogarse.       


Su último destino ha sido en la Casa de Su Majestad el Rey, como ayudante de campo de Su Majestad Juan Carlos I y Felipe VI, ¿Qué supone para usted haber sido una de las personas más próximas a ambos Reyes de España? ¿Qué podría destacar de esa importante etapa? 


Para mí, como para cualquier militar, ha sido un honor el estar al servicio de Su Majestad el Rey Juan Carlos y Su Majestad el Rey Felipe. Somos muchos los que colaboramos en el servicio a la Familia Real en la Casa y la verdad es que ha sido un privilegio relacionarme con tantos servidores del Estado, pertenecientes a muchos ámbitos de la Administración General del Estado y de las Fuerzas Armadas. De todos he aprendido mucho pero, sobre todo, se percibe en todos un especial compromiso de servicio a la Patria a través de nuestros reyes. 


Otro importante destino suyo fue el mando de la Primera Bandera del Tercio Gran Capitán, de Melilla, ¿Cómo lo recuerda?


Con muchísimo cariño, la Primera Bandera tiene un estilo especial de trabajo y de seriedad dentro de la Legión. Yo soy un oficial que se ha formado en el Tercio Gran Capitán, fui teniente en la Segunda Bandera, ya disuelta, y capitán en la Primera. El poder volver, al cabo de los años y asumir el Mando de una de ellas me permitió revivir recuerdos imborrables e intentar aportar lo mejor de mi en un entorno en que me sentía como en mi casa. Mandar legionarios es un privilegio, te exige mucho estar a su altura. Pero si te entregas, recibes el ciento por uno. 


La última conmemoración del Combate de Edchera, en la Brigada de la Legión, en Viator, usted asistió, por primera vez, como jefe de Tercio Alejandro Farnesio, IV de La Legión. ¿Cómo lo describiría? ¿Emocionado?


Muy emocionado de poder estar junto al resto de unidades legionarias hermanas rememorando la acción de Edchera y rindiendo  homenaje a los últimos laureados de La Legión y del Ejército Español que cayeron en esa jornada, el brigada CL Francisco Fadrique Castromonte y el legionario Juan Maderal Oleaga.


 Es un acto muy emotivo pues en él se celebra  el Día del Antiguo Caballero Legionario y aquí en Almería se reúnen junto a todos los guiones de las unidades legionarias venidas de Melilla, Ceuta y Ronda, los  veteranos y miembros de Hermandades de Antiguos Caballeros Legionarios de toda España. 


El poder ver el amor a La Legión que todavía sienten estos veteranos, es un auténtico acicate moral para los legionarios en activo y nos da fuerzas para seguir trabajando con mayor energía si cabe al servicio de la ciudadanía.    


El pasado 28 de junio de 2014, vivió una jornada con sus antiguos compañeros del IES Celia Viñas, en Almería, donde usted estudió bachillerato. ¿Su relación con Almería cuándo se inicia?


Soy hijo de militar y por destino mi padre, un militar de raza y del que aprendí mucho, fue destinado en  1.975 al CIR nº 6, a lo que entonces se llamaba el ‘Campamento de Viator’.  Veníamos de Madrid. Nos fuimos a vivir a los pabellones militares de Pescadería, yo tenía 11 años. 


Toda mi adolescencia y juventud la he vivido en Almería, en el colegio Madre de la Luz y en el Instituto Celia Viñas. De mi instituto, tengo unos recuerdos imborrables, conservo todavía íntimos amigos que apenas puedo ver por la distancia, pero ahí estamos. Conocí un entorno de compañerismo y de relación con los profesores muy sano y abierto que me dejó marcado. Nuestro encuentro del Celia Viñas nos ha marcado a todos y hay un antes y un después, algunos no nos veíamos desde hacía más de 35 años y ahí nos juntamos y nos reímos y abrazamos hasta que la noche nos derrotó.  



Temas relacionados

para ti

en destaque