“¡Mamá, que no me interesa la vida de la Mari, ahora estoy cortando marihuana!”

LA VOZ accede a material inédito de la Guardia Civil sobre el tráfico de marihuana en Vícar

Seguimientos de la Guardia Civil en La Gangosa
Seguimientos de la Guardia Civil en La Gangosa La Voz
Javier Pajarón
11:22 • 22 may. 2023

Un cónclave a las puertas de un edificio de La Gangosa puso en marcha a los agentes. La Guardia Civil llevaba semanas siguiendo los pasos a una familia vinculada a la producción casera de marihuana en la barriada de Los Canos, pero la presencia de aquellos hombres aceleró las constantes vitales de la investigación.




Según el acta de aquella vigilancia, a las 17 horas del 8 de marzo de 2021, un conocido empresario se había detenido con su flamante Porsche ante una vivienda de la Avenida del Guadalquivir. Nadie tocó aquel deportivo más allá de su conductor, pero los agentes encendieron las alarmas tras observar como, en la misma secuencia, se habían cargado “unas bolsas de basura” en el interior de una furgoneta y un todoterreno. La “negociación” anticipaba la dimensión del asunto. Nacía la llamada Operación Urdimbre, el mayor golpe a la producción de marihuana en Vícar en los últimos años.




El caso está vivo en los tribunales y descubre, según la investigación de la Benemérita, un sistema de cultivo y distribución emanado de un duro núcleo familiar, pero alimentado por una presunta red de colaboradores empleados en los cuidados, la seguridad y el transporte, según informes internos a los que ha tenido acceso LA VOZ DE ALMERÍA.




La estructura era sencilla. La presunta banda criminal se había hecho con un bloque casi completo de viviendas en Los Canos, donde apenas unos pocos vecinos residían con normalidad. La mayoría de los inmuebles se destinaban a pequeñas plantaciones. Los aires acondicionados estaban en el interior y no podían verse a simple vista, pero las ventanas selladas en la fachada exterior anunciaba el secreto.




La Guardia Civil había detectado presuntas transacciones y tenía medios de investigación para saber dónde y como funcionaba la tecnología vinculada a los cultivos. Lámparas, aires, extractores...

“Falta empaquetar”



Las escuchas telefónicas tampoco dejaban dudas. Una llamada entre el principal investigado y su madre, captada a las 19.41 horas del 1 de junio de 2021 aclaró el panorama. “¡Mamá, que no me interesa! Que yo estoy ahora cortando marihuana, no me interesa ahora la vida de la Mari”.




Otra llamada referenciada el 16 de junio de 2021 entre este sospechoso y una mujer evidenció tensiones internas. “¿Que vas a buscar droga? ¿Que tienes una interior en tu casa? Me cago en la bocanada de tus muertos, en los más recientes que tengas (...) te echo a los payos”, amenazaba la mujer.





Según la Guardia Civil, los inmuebles producían periódicamente cosechas de cannabis sátiva que luego los principales responsables vendían. Gracias a las ganancias presuntamente sostenían un alto nivel de vida, con vehículos caros y fiestas publicitadas en las redes sociales.


El 27 de agosto, un desconocido y uno de los detenidos hablaban del proceso de cosecha y empaquetado del producto, antes de salir a la  venta. “Está todo listo, todo terminado. Lo único que hace falta es comprar uno de esto y empaquetarlo. Y se acabó”.


Parte de los sospechosos se habían establecido en viviendas cercanas en La Gangosa, al sur de Vícar. El 5 de octubre de 2021, los agentes desplegaron un enorme dispositivo policial para registrar 43 viviendas. La actuación fue autorizado el Juzgado de Instrucción número Cinco de Almería. Los agentes fuertemente protegidos irrumpieron en casas de Roquetas, Vícar y El Ejido de manera simultánea al amanecer.


Hubo entonces 45 detenidos y pequeños cultivos con 5.700 plantas de cannabis y lotes de cogollos secos con un total de 25 kilos. También había armas, un denominador común en este sistema de producción. La Benemérita descubrió al menos tres pistolas y más de 300 cartuchos.


“Este entramado familiar se ha ido nutriendo en primera instancia de personas pertenecientes al núcleo familiar, que han ido destacándose en los puestos de mayor importancia y liderazgo dentro de la organización, asumiendo roles de dirección y gestión de la misma”, detalla un informe de la Guardia Civil remitido al juzgado y al que ha tenido acceso LA VOZ.


El caso está pendiente de juicio. Aunque la nómina de acusados ha bajado notablemente respecto a aquellas primeras detenciones, el núcleo duro de los acusados  tendrá que enfrentarse a cargos por delitos contra la salud pública.


“Hay que limpiar la casa y se pone otra vez“

Una conversación captada por la Guardia Civil en el marco de la Operación Urdimbre recuerda las fluctuaciones del mercado y los delicados cuidados necesarios para aprovechar las cosechas.  El 28 de agosto de 2021, un acusado relata sus preocupaciones a un desconocido. “Estamos en La Gangosa, rayados vivos... de la mierda que hemos sacado”. Su interlocutor le anima. “Hay que limpiar la casa y se pone otra vez. Hay que poner bien los aires y ya está, compadre. Si es que ha salido muy mal, compadre. Si es que no lleva nada, dos rubias y dos de polvo. ¿Qué va a salir de ahí? Esta vez no ha salido bien, pues en la próxima”. Un día después, un familiar le preguntó al encargado de la marihuana por la cosecha fallida. “¿Qué hacemos con el perejil ese?”. El sospechoso contesta. “Yo tirarlo en el contenedor que tenemos”.



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