Almería creará un nuevo área en la Vega para 8.000 habitantes

Cemar, junto a Dimensur y Salazones Asensio, comandan este inminente desarrollo residencial

Los cascotes de la brasería Los Charros y al lado la pala tirando ayer la casa de Roque, en la Avenida Cabo de Gata.
Los cascotes de la brasería Los Charros y al lado la pala tirando ayer la casa de Roque, en la Avenida Cabo de Gata.
Manuel León
21:48 • 11 ene. 2023

La retroexcavadora Hitachi de Nila acabó ayer, tal como estaba previsto, con dos de los últimos vestigios del sector 9 de la Vega de Acá de Almería: la brasería Los Charros de Isabela Herrada y la vivienda de Roque, el último veguero. Fue una muerte lenta en la que el mecano, como una oruga, fue horadando como un queso gruyere el bar y la casa del antiguo agricultor, hasta que sucumbieron íntegramente entre una nube de polvo.



Mientras tanto, los curiosos paseantes en chándal miraban ávidos desde el Paseo Marítimo como cuando derribaron el edificio de Trino. Allí estaba también Roque, el dueño de esa casa defenestrada en la que vivió su vida y a la que vio dar ayer el último suspiro como en un funeral.



A lo lejos, los operarios empezaban a enterrar los tubos negros del saneamiento de esa gran Avenida que llegará desde la primera línea de la Avenida del Cabo de Gata hasta el polígono de Patatas Salcedo. A un lado el Quinto Pino que inauguró el alemán Henri Hagen y al otro la cercanía de la punta del río con sus cañaverales como fielato entre la de Acá y la de Allá.



La tierra empezó a temblar cuando cayó en bloque la casa de Roque y los obreros ordenaron imperativamente a los vehículos que  pararan de circular por la Avenida. Unos minutos después todo eran montañas de cascotes y cicatrices como en las imágenes de Ucrania que nos sirven los telediarios a la hora del almuerzo. 



Allí no estaba de cuerpo presente Juan Megino -Juan Berenguel- pero quizá sí en espíritu, como uno de los munícipes con más protagonismo en la expansión del ciudad de la Alcazaba hacia Levante.



A partir de ahora y en menos de un año empezarán a construirse las primeras viviendas de este plan de urbanización redactado por  el estudio de Arapiles Arquitectos. Será el proyecto de una cooperativa y el de la promotora Cemar con un proyecto de 76 viviendas de alto standing. La Junta de Compensación del sector 9 en este suelo urbano de la Vega de Acá está comandada por esta promotora toledana presidida por el emprendedor Benito Martínez. Cemar es la compañía con más suelo en la Vega de Acá. La Junta de Compensación esta formada por 35 propietarios en la que Cemar tiene más del 30%, Salazones Asensio el 10% y Dimensur (Jarquil), el 9%. El resto son pequeños propietarios con raíces en la actividad agropecuaria, cuando la Vega estaba sembrada de campos de alfalfa y festoneada de establos y corrales, quienes ahora podrán poder hacer caja de esas tierras en su mayor parte heredadas de sus antepasados. El sector 9 tiene una superficie de 165.00 metros donde se planean construir casi 900 viviendas, entre la Avenida del Cabo de Gata hasta detrás del Hospital Mediterráneo. El sector 9 se unirá al 10 por detrás y al 11, a través de un bolulevard, lindando con el cauce del Andarax con una superficie de 144.000 metros. En total serán más de 300.000 metros de los que dispondrá la capital para colmatar los últimos vestigios de la vida de labranza de la Vega de Acá y dar lugar a más de 2.000 viviendas en las que podría llegar a residir un nuevo barrio periférico compuesto por cerca de 8.000 personas. Al lado quedará la  Vega de Allá, ahora rústica, pero preparada para copiar el modelo de su siamesa de Acá.



Colegio, tercera edad y zona deportiva



El nuevo área residencial de la Vega del sector 9 contará también con una zona dotacional cercana a la carreta y zonas jardines junto a la vía o corredor verde. En total serán más de 56.000 metros en dotaciones para futuros centros educativos, sanitarios y alguna nueva residencia de la tercera edad, aunque aún está por definir. En total es el 34% del suelo del sector. También una parte se dedicará a zonas deportivas, según lo contemplado en el convenio con los propietarios. Las nuevas zonas libres correrán en paralelo a la fachada de la Avenida del Cabo de Gata y las zonas residenciales unifamiliares y plurifamiliares más cercanas al Hospital Mediterráneo. El proyecto de urbanización de esa bolsa de suelo tiene un presupuesto de más de 6,5 millones y se beneficiará de la prolongación del Paseo Marítimo. 


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