Breve paseo por el Mercado Central de Abastos de Almería

125 años ofreciendo exquisiteces gourmet

El mercado central a principios del siglo XX
El mercado central a principios del siglo XX
Á. L. Roldán
09:17 • 03 jun. 2023

Situado estratégicamente en el casco histórico, el mercado de abastos de Almería fue construido a finales del siglo XIX bajo el estilo dominante de la arquitectura del hierro, del que la ciudad almeriense cuenta con claros exponentes como la antigua estación de ferrocarril o el cable inglés de mineral. 






El arquitecto Trinidad Cuartara, responsable también de varios edificios emblemáticos de la ciudad, fue el encargado de liderar el proyecto ganador, diseñado por Antonio Martínez Pérez. Las obras comenzaron en 1892 y finalizaron en 1897. El edificio monumental se encuentra situado a escasos metros de Puerta Purchena, considerado el kilómetro 0 de la capital almeriense. Formó parte de los proyectos más importantes que se desarrollaron cuando la burguesía local, desamortizando los terrenos que la iglesia tenía en el casco antiguo, decidió remodelar el centro de la capital a imagen y semejanza de los gustos y necesidades propios de su clase.



La indispensable modernización 



Ya en los inicios del siglo XXI se produjo una sensible remodelación que ha permitido la continuidad de la actividad original para el que se proyectó hace más de cien años, la venta de los mejores productos de alimentación, fundamentalmente frutas, verduras y pescado, de origen almeriense. La reforma, llevada a cabo entre 2009 y 2012, respetó íntegramente la fachada exterior y el artesonado metálico de su estructura, que le confieren su identidad. El edificio fue dotado de modernos accesos, escaleras mecánicas y más espacio comercial. Además, el aparcamiento subterráneo de Obispo Orberá, con el que está conectado, ha facilitado las compras para todos los almerienses con prestaciones modernas sin perder esencia histórica. además de ofrecer el servicio de entrega a domicilio.






Almería Gourmet



Tomate raf y otras variedades autóctonas, gamba roja de Almería, salazones, conservas, carnes de calidad, aceite de oliva, flores y mucho más. El mercado central, sus puestos y su vida interna, continúa con un trasiego de tradición y empatía casi familiar entre mercaderes y clientes desde hace más de 100 años. Es el museo de la gastronomía ‘gourmet’ almeriense e incluso un elemento dinamizador del casco histórico, con el trasiego de personas y sus carritos de la compra, que cumplen con el precepto del café, la tapa o la visita a los los comercios adyacentes. Es el eje de las compras de productos frescos y perecederos que contagian de viveza y alegre cotidianidad al centro de la ciudad.


Como anécdotas, la visita turística al edificio que realizó la reconocida científica polaca Marie Curie, en 1931, y el uso del mercado como refugio antiaéreo de la población durante la Guerra Civil Española, como ocurrió con otras instalaciones emblemáticas de la ciudad.



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