Crónica de un instante legionario de entreguerras

LA VOZ acompaña a la Legión en campo de adiestramiento de Chinchilla en un ejercicio ‘gamma’

Javier Pajarón
07:00 • 30 may. 2021

Los soldados de la Segunda Compañía de la X Bandera de la Legión avanzan lentamente sobre una ladera florida, en un campo de amapolas, esparto y salvia. Huele intensamente a menta y la humedad cae como la tarde en el centro nacional de adiestramiento de Chinchilla de Monte-Aragón (Albacete).




Los legionarios esperan el momento preciso para asaltar la posición del enemigo armado, en un pozo tras la alambrada, a unos 500 metros más adelante. Cuerpo a tierra. Coordinación en dos flancos. Y se desata el ataque.




La columna acelera el paso repentinamente, cubre la progresión de las unidades con ráfagas y lanzagranadas y aborda la última colina con decisión. Silban las balas de los tiradores de precisión desde la espalda, mientras una detonación destroza la barrera en la vanguardia y permite el acceso de los soldados. Victoria. No hará falta llegar a la bayoneta, como reza el Credo Legionario.




La Legión culmina la operación con la toma del pozo, mientras el teniente coronel Miguel Ángel Pérez Franco, jefe de la X Bandera (Ronda, Málaga), entorna los ojos desde la altura de una loma cercana, analizando cada paso de sus tropas. Unos segundos en silencio. Sonríe. Todo ha salido bien.




“Es un combate de alta intensidad contra un enemigo simulado en la zona de caída de proyectiles de este campo de maniobras y en el ataque hemos integrado capacidades de apoyo de fuego de artillería, fuego de morteros medios, ametralladoras y lanzagranadas”, explica el teniente coronel.







La práctica, con fuego real, pertenece a las maniobras militares más ambiciosas de la Brigada Rey Alfonso XIII de la Legión en este año de su Centenario fundacional. Se han llamado TEX III 2021 e implican a todas las unidades de Viator (Almería) y Ronda (Málaga), en el argot, un ejercicio tipo ‘gamma’.




Durante dos semanas y hasta este domingo, los legionarios del general de brigada Melchor Marín Elvira ponen a prueba su adiestramiento en una secuencia de situaciones similares a las que podrían encontrarse en zona de conflicto en Mali, en Líbano, en Irak o en cualquier otro nuevo escenario de operaciones abierto en el futuro.

Preparados

Y es aquí donde radica buena parte de la filosofía legionaria. Los militares hacen virtud de vivir en un bucle constante de maniobras, formación y proyecciones internacionales, siempre enfocados en el servicio de la siguiente misión. No se quejan. Aprietan los dientes y los cordones de sus botas.


No en vano, la Brigada Rey Alfonso XIII ha abierto la mayoría de las operaciones españolas en el exterior durante los últimos 30 años. Un sala en el Museo Legionario de la base Álvarez de Sotomayor de Viator recuerda las primeras experiencias con la ONU en Latinoamérica y las más recientes misiones en Afganistán (OTAN), Irak (OTAN), Mali (UE) y Líbano (ONU). Hoy, todo el mundo habla en los cuarteles sobre las vivencias de las operaciones pasadas, sobre los compañeros de camino y  sobre las expectativas de las proyecciones en el futuro. Misiones cumplidas y otras por venir.


El calendario anuncia cascos azules legionarios en Líbano a partir de noviembre del próximo año 2022, aunque la decisión está sometida a múltiples factores todavía y queda pendiente su confirmación oficial y la definición del contingente, de unos 500 militares. España lleva allí desde agosto de 2006 y la inestabilidad en la región confirma la necesidad de las tropas de la ONU. La Legión regresará a suelo oriental con total seguridad.


Mientras tanto, afina su puntería en el banco de pruebas de TEX III 2021. El mando diseñó un ejercicio entre el campo de maniobras Álvarez de Sotomayor en Almería, Las Navetas en Ronda y Chinchilla en Albacete. Y más aún. A lo largo de la semana componentes de todas las unidades legionarias  de Viator, reforzadas por Caballería Acorazada de Ronda, se han desplegado por Tabernas, Gádor y otros emplazamientos de la provincia con el objetivo de ahondar en el adiestramiento.




“En este ejercicio se va a simular que estamos realizando un avance para el contacto con una unidad enemiga que se acerca a Almería desde el norte”, explica la capitán Victoria Fernández Reynolds a los pies del puente de Santa Fe de Mondújar, sobre una rambla embarrada por las últimas lluvias.


“La finalidad del ejercicio es la práctica de los procedimientos de mando y control en los diferentes niveles, en un escenario  dinámico, inestable y complejo”, explica la Brigada Rey Alfonso XIII. Esto incluye intervenciones en zonas urbanizadas, con presencia de personal civil, como muestran los ejercicios de la VII Bandera en Viator o la X Bandera en Chinchilla en entornos urbanizados.


Hay una evidente mirada a las operaciones internacionales.  Así lo ratificó la Casa Real en la visita realizada por Felipe VI el pasado jueves al campo de maniobras y tiro Álvarez de Sotomayor. “En los próximos años, el Ejército de Tierra deberá actuar en entornos impredecibles, dinámicos, inestables y de creciente complejidad”.


Pero el ejercicio TEX III 2021 es mucho más que un entrenamiento. El Ejército de Tierra eligió a la Legión como su laboratorio de pruebas para la implantación de la Brigada Experimental 2035, un plan de modernización tecnológica que aspira a convertirse en modelo para todas las unidades españolas terrestres.


TEX III 2021 está enmarcado en los ejercicios de implantación de la BRIEX 35. El proyecto es algo así como un hilo conductor para todos los movimientos legionarios en los próximos años. “La Legión, como Brigada Experimental, es la unidad responsable de evaluar nuevos equipos y procedimientos en el marco de la Fuerza 2035. Esta iniciativa apuesta por transformar la estructura del Ejército y dar un salto tecnológico para responder con éxito a los escenarios futuros”, precisa la Casa de SM el Rey.

Brigada Experimental

En el centro nacional de adiestramiento de Chinchilla de Monte-Aragón, además de miembros del Grupo de Artillería de Campaña II de la Legión, la Bandera de Zapadores y la X Bandera, se dieron cita esta semana ingenieros y empresas para probar unas torres de fabricación española para los nuevos vehículos 8x8.


Se trata de unos acorazados gigantes que multiplican las capacidades de las Fuerzas Armadas. Dos prototipos pudieron verse el pasado 20 de septiembre en el desfile del Centenario en el patio de armas de la base de Viator. La enormidad de los 8x8 Dragón impresionó a los legionarios.


La BRIEX 35 no es ciencia ficción. Vuela con drones, combate con exoesqueletos y se sumerge en modernos sistemas de comunicación. El futuro de la Defensa en España con un chapiri de legionario.


Además, el plan asume la introducción de nuevos elementos en el planeamiento y desarrollo de las operaciones. Un grupo de combate integrado por la VII Bandera Valenzuela enseñó al Rey Felipe VI el pasado jueves los avances del proyecto en un despliegue en el ‘poblado afgano’ ubicado a los pies de Sierra Alhamilla.


La demostración fue un éxito y el monarca felicitó uno a uno a los legionarios implicados en el ‘tema’, como llaman los militares a estas intervenciones concretas, donde existe un supuesto como la captura de un insurgente o el rescate de un periodista secuestrado, por ejemplo.


“En conclusión, el ejercicio supone el mayor esfuerzo de la Brigada durante el primer semestre de 2021 y la oportunidad de seguir experimentando la organización para el combate, las capacidades que aportan los materiales en experimentación, así como la propia estructura de mando que proporcionan los diferentes Puestos de Mando”, explican fuentes oficiales de la Legión. “Las conclusiones extraídas seguirán alimentando el proceso de experimentación de la Brigada 35, amén de incrementar el grado de adiestramiento para el combate de todas las unidades de la Brigada”, añaden.


El Grupo de Artillería de Campaña y la Bandera de Zapadores plegaron velas para volver a Viator. La X Bandera regresó a Ronda y el resto de las unidades legionarias movilizadas en Almería culminaron sus trabajos durante el fin de semana. La mañana del sábado, los militares se empleaban para limpiar cuidadosamente los materiales más delicados y almacenar los equipos en las distintas dependencias de la base.


Todo en su sitio. Acaba el ejercicio. Y entonces vuelve a activarse la cuenta atrás para la siguiente marcha, el siguiente ejercicio, la siguiente clase. Un instante en periodo de entreguerras. Es la versión del siglo XXI del Espíritu de Combate. “La Legión pedirá siempre, siempre combatir, sin turno, sin contar los días, ni los meses ni los años”.


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