Gómez Cantero reúne a todo el clero para explicar la nueva situación

Se espera que, en los próximos días, el obispo coadjutor haga sus primeros nombramientos

Toma de posesión de Gómez Cantero como obispo coadjutor de Almería el pasado marzo.
Toma de posesión de Gómez Cantero como obispo coadjutor de Almería el pasado marzo. La Voz
Álvaro Hernández
19:13 • 28 may. 2021

A la hora del Ángelus y en pleno epicentro religioso de Almería: este viernes, a las 12 del mediodía, la Casa Sacerdotal acogía un encuentro con pocos precedentes.



Antonio Gómez Cantero, obispo coadjutor de la Diócesis de Almería, sentaba en el auditorio a todo el clero almeriense para explicar la anómala situación que vive este rincón de la Iglesia católica, tras el mandato papal de otorgarle plenos poderes al coadjutor y dejar a González Montes, obispo titular de la Diócesis, libre de cargas episcopales unos meses antes de su jubilación.



Tal y como confirman fuentes cercanas a la reunión, el encuentro ha sido “muy breve” y “para dejar las cosas claras, directas, sin confrontaciones de ningún tipo y tendiendo la mano a todo el mundo”.



Así, el objetivo no habría sido otro que el de explicar a todos los sacerdotes de la Diócesis cómo queda la foto: “todo bien explicado y aclarado, sobre todo para que no hubiera bulos ni dimes y diretes”, explica uno de los asistentes a esta reunión.



Todo ello, precisamente el mismo día que circulaba un WhatsApp viral entre los alzacuellos almerienses lleno de “preguntas ingenuas” y que pretendía sembrar dudas y rumores sobre la legitimidad de la llegada de Gómez Cantero, culpar de la actual situación económica de la Diócesis al último ecónomo y, de paso, implicar a Providentia, una asociación de fieles cuyo fin es servir a la Iglesia con una labor callada y con independencia de quién fuera el obispo. 



“Don Antonio ha clarificado el decreto. No ha entrado en más historias”, sentencian.



De hecho, una de las grandes dudas que sobrevuelan a la Iglesia almeriense es por qué aún no se conoce de forma pública cuál es la situación económica de la Diócesis de Almería, sobre todo teniendo en cuenta una auditoria externa llevada a cabo por una consultora internacional ha desvelado una deuda millonaria en las maltrechas cuentas diocesanas.



La respuesta es sencilla y tiene mucho que ver con el carácter conciliador que necesita en estos momentos la Iglesia almeriense: “Llegará un momento en el que habrá que dar cuentas públicamente y de forma transparente”, se ha llegado a comentar en la reunión celebrada en la Casa Sacerdotal. “Si a día de hoy no se dan cifras exactas es para no afearle la gestion públicamente a don Adolfo, para no humillarlo”, explican fuentes sacerdotales.


¿Y ahora qué? 

“Lo estaba preguntando mucha gente. ¿Ahora qué? Ahora nada: el poder ejecutivo lo tiene don Antonio”, subraya uno de los asistentes.


No en vano, la extraña situación dejaba esa duda en el ambiente, y ese era el objetivo principal de la reunión celebrada en la Casa Sacerdotal: explicar cómo quedan las cosas y qué pasa ahora. Lo más inmediato, algo que traía consigo el decreto, es el cese de la curia, ese equipo de confianza de Adolfo González Montes y al que ahora Gómez Cantero debía confirmar o relevar de su puesto.


Según miembros de la Iglesia almeriense, todo apunta a que estos cargos de relevancia podrían ser nombrados por Gómez Cantero en los próximos días (siendo esta una forma de medir el tiempo muy relativa, sobre todo teniendo en cuenta que hablamos de una institución bimilenaria y que los próximos días podrían traducirse en semanas).


No obstante, otras decisiones de calado en la Diócesis, como posibles cambios en las parroquias almerienses, sí tendrían lugar más adelante, con esa transición pacífica llevada a cabo y las aguas más calmadas.


“Lo fundamental ahora mismo es fomentar la unidad entre el clero”, sentencia un asistente a la reunión. Que así sea.


Próxima parada: el Sínodo

Más allá de turbulencias, en octubre la Diócesis de Almería inicia un camino conjunto con el resto de la Iglesia hacia el Sínodo de los obispos, una suerte de concilio para el que el papa Francisco quiere hacer partícipe a toda la Iglesia, sin dejar fuera a nadie.


Para eso, el Sínodo (que tiene por tema, precisamente, “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”) arranca el próximo mes de octubre y termina en octubre de 2023, teniendo una primera fase ‘a pie de iglesia’, podríamos decir.


No en vano, esa primera fase del recorrido hacia el Sínodo episcopal arranca en cada una de las Diócesis de la Iglesia.


Entre octubre de 2021 y abril de 2022, la Iglesia de Almería tendrá un responsable diocesano de este Sínodo, y se llevarán a cabo encuentros y reuniones para conocer mejor la realidad de la comunidad católica de Almería.


Ya entre septiembre de 2022 y marzo de 2023, la segunda fase estará protagonizada por encuentros internacionales de las Conferencias Episcopales, para preparar el encuentro de octubre de 2023 con la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.


No obstante, en este caso no importa tanto la meta como el origen: para hacer a todo el mundo partícipe, el Sínodo arranca en las parroquias.





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