Localizan 150 yacimientos no catalogados en 7 años de trabajo

Preservar el Patrimonio Histórico es una de las misiones que tiene encargada la Unidad de Policía Autonómica. Una labor que habitualmente se vincula a la persecución de aquellos que expolian los yacimientos o que los destruyen pero que va más allá, ya que, de su mano llega en multitud de ocasiones el inicio de la protección de los restos arqueológicos que no se encuentran catalogados por parte de la Junta de Andalucía ni por los ayuntamientos. 

Esos elementos patrimoniales que conocen solo aquellos que son de la zona, o que por casualidad un día alguien con la sensibilidad, curiosidad o conocimientos se encuentra en cualquier lugar de la provincia, en multitud de casos llegan a las administraciones gracias a esta unidad que, en el caso de Almería, ha decidido apostar por especializarse para reconocer la importancia de estos hallazgos.

Explica el jefe de la Policía Autonómica, Francisco Llovares, que se trata de un trabajo “muy especializado” y que desde la administración se tiene “la intención de potenciar”. Almería es pionera en esas actuaciones, de hecho le han llevado a poner en conocimiento de la Junta de Andalucía y de los ayuntamientos correspondientes un total de 150 yacimientos no catalogados en los últimos siete años. De hecho, durante el año 2019 se dio cuenta de la existencia de un total de 34 hallazgos, se localizaron 30 yacimientos y cuatro bienes etnográficos.

Formación
Para alcanzar estos logros es fundamental, por un lado, la formación de los agentes, de hecho dos de ellos están estudiando historia como complemento a sus conocimientos, pero sobre todo, “gracias a la relación con colectivos proteccionistas del patrimonio, asociaciones de todo tipo, pastores… Es muy importante que sean nuestros ojos”, explica José Freniche, uno de los agentes.

Con este trabajo conjunto se ha conseguido que en Almería se protejan estos restos o bien a través de los planes generales o bien con las normas subsidiarias, y por tanto, se tenga en cuenta a la hora de la concesión de la licencia de obra para que no sean destruidos.

Gracias a este trabajo se han descubierto desde yacimientos íberos, romanos o árabes, hasta pinturas rupestres en cinco espacios diferentes de la provincia. Explican los agentes de la Unidad de Policía Autonómica que todos tienen su importancia pero que quizá uno de los que más potencial tiene es un yacimiento detectado en el municipio de Gérgal, sobre el que la administración está trabajando para su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) que con 20 hectáreas de tamaño ha visto pasar varias ocupaciones siendo primero íbero y después una villa romana que se encontraba vinculada a una explotación minera y en el que se encontró mucha cerámica y una piedra de molino.

Localizaciones
Curiosas son las historias a través de las cuales descubrieron espacios con pinturas rupestres en distintos puntos de la provincia. El primero de ellos, y quizá uno de los más importantes, es el localizado en Aulago gracias a los recuerdos que tenía una vecina que acudía a jugar junto a las pinturas de pequeña. Ella fue la encargada de contarle a uno de los agentes de la Policía Autonómica la existencia de estos paneles, y su hermano el encargado de guiarles hasta ellos para poder contemplar las pinturas rupestres de estilo levantino (un bóvido y un cérvido) y un grabado de un arquero, que ahora se encuentran protegidas.

Diferente fue el caso de las pinturas que se encontraron en la zona de Rodalquilar. Explica Freniche que “hace unos 15 ó 20 años un profesor asturiano localizó estas pinturas y las puso en conocimiento de la Delegación de Cultura. Cuando se revisaron se entendió que lo que se había dibujado era un bisonte, y claro, bisontes nunca ha habido en Almería, por lo que se entendió que no eran auténticas”, explica Freniche. Años después, un técnico de Cabo de Gata vuelve a avisar de ellas y entonces la unidad se pone en contacto con el paleontólogo almeriense y que trabaja en la Universidad de Granada, Bienvenido Martínez-Navarro, para volver a comprobar su autenticidad. 

El paleontólogo aseguró que el dibujo “se trataba de una cabra acometiendo” y en otras zonas del abrigo en el que apareció hay también “un ciervo y guerreros” por lo que “parece que son buenas”. Todo un hallazgo por su ubicación y por sus formas.