La Legión, Mali y un asunto de familia

La base Boubakar Sada Sy celebra el fin de año en Casa de España, con uvas y a la hora canaria

Grupo EOD, especialista en desactivación de explosivos
Grupo EOD, especialista en desactivación de explosivos La Voz
Javier Pajarón
07:00 • 02 ene. 2020

Agolpados frente a la pantalla de Casa España, un pequeño bar situado en el centro de la base Boubakar Sada Sy de Koulikoró, legionarios e infantes de marina tomaron las uvas y levantaron sus copas en el horario canario para festejar el nuevo año. Españoles, unos 200. Y checos, belgas y alemanes unidos en una gran familia a 4.000 kilómetros de Almería.



Antes, los teléfonos echaron humo y la conexión Wifi se tambaleó entre “tequieros”, “miamores” y “vuelveprontos”. En cada esquina. En cada escalón del acuartelamiento. Y también en la intimidad de una camareta o en ese rincón alejado del bullicio de los compañeros donde emocionarse sin vergüenzas. La Navidad en un suspiro.



Los militares de la Brigada Rey Alfonso XIII de la Legión de Viator y Ronda y la Infantería de Marina de San Fernando llevan cinco semanas desplegados en zona de operaciones como parte del contingente EUTM Mali de formación a las tropas locales contra el yihadismo. Por delante quedan cuatro meses largos lejos de hijos, parejas, padres, hermanos...






Y, en cierto modo, la misión tiene que ver mucho con eso, con la familia. En primer lugar los cientos de miles de familias asesinadas, expulsadas o esclavizadas en la mitad norte de Mali, antes territorio tuareg y ahora apéndice del fanatismo islamista que ha provocado un éxodo masivo. Sin esta crisis humanitaria España no estaría hoy representada en el Koulikoró Training Center, a las orillas de un Río Níger menguado por la sequía.



Seguridad Los informes de las Naciones Unidas subrayan el impacto del terrorismo para regiones como Mopti o Tombuctú, donde la violación de los derechos humanos se mezcla con atentados y otros ataques a posiciones de la MINUSMA (misión ONU).



“Nuestra preocupación ahora mismo es conocer cómo los hechos localizados en el norte del país pueden repercutir aquí, en el sur, en cualquier momento”, señaló el teniente coronel Fernando Sánchez, jefe del Grupo Táctico de protección a la Fuerza, en una entrevista a LA VOZ DE ALMERÍA.



También es un asunto de familia para cientos de españoles que sufren en la distancia preocupación por sus soldados. “Ellos son los héroes, ellos merecen las entrevistas”, repite el brigada Alcón, responsable del equipo de desactivación de explosivos (Bandera de Zapadores) y una figura ineludible para entender la vocación de servicio público de los legionarios.


La Brigada Rey Alfonso XIII dispone de un programa de ayuda a familiares de militares desplegados en el exterior. No es una terapia de grupo, sino una red de apoyo prestada por compañeros de compañeros, legionarios lanzados a la misión de no fallar a quienes marcharon a zona de conflicto.


Navidad
“Las que más sufren son nuestras familias y el mensaje que quiero enviarles es que estén tranquilas porque nuestros legionarios saben lo que hacen y conocen su profesión”, dijo el general Marcos Llago en la despedida del contingente que él mismo lidera ahora en Líbano.



Y luego está la familia legionaria, hermanada en la misión EUTM Mali con infantes de marina que llevan tatuado, en la piel o el espíritu, la fecha de su fundación por Carlos I (1537). “No todo el mundo puede presumir de casi cinco siglos de historia”, subraya el capitán Paredes.


La ‘tropa’ hace piña en la base para sobrellevar el momento. “Son unas Navidades diferentes, es la primera vez que estamos fuera de casa, pero estamos con nuestra segunda familia, la familia legionaria”, indica el cabo Jiménez  de la Unidad de Apoyo Sanitario. “Les pedimos a nuestras familias que disfruten de las fiestas como si estuviéramos allí, porque realmente lo estamos”, añade a su lado el cabo legionario García. 


Es Mali. Es la  Legión. Es un asunto de familia.


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