Las 34 mareas negras de la joya ecológica del Mar de Alborán

Un informe del Senado revela la amenaza de vertidos y fugas en la costa de Almería

La amenaza de hundimiento del mercante Theodoros provocó una alerta de contaminación en la costa de Almería en  2013.
La amenaza de hundimiento del mercante Theodoros provocó una alerta de contaminación en la costa de Almería en 2013. La Voz
Javier Pajarón
07:00 • 14 may. 2018

La provincia de Almería lucirá orgullosa el próximo verano 29 banderas azules, sello de la calidad de sus playas. Cabo de Gata repetirá las cifras históricas de visitantes atraídos por la riqueza de parajes únicos, calas de ensueño y aguas cristalinas. Y sin embargo, más allá de la línea del horizonte, el tránsito incesante de mercantes, buques militares, pesqueros, embarcaciones recreativas y barcos de pasajeros dibujan una mancha oscura y pegajosa que amenaza la vitalidad de un ecosistema único en el Mar Mediterráneo.



Según un documento difundido en el Senado, a preguntas del parlamentario Jon Iñarritu (EH Bildu), la franja almeriense del Mar de Alborán ha soportado  34 “mareas negras” durante los últimos siete años.  La cifra corresponde a intervenciones desarrolladas por la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítimo en “emergencias de contaminación” detectadas durante el periodo 2010-2017. 



Salvamento cuenta con  medios de intervención contemplados en el llamado ‘Sistema Nacional de Respuesta ante la Contaminación Marina’, diseñado para actuar frente a los vertidos.



Vertidos y descargas
El 90 por ciento de las actuaciones llevadas a cabo en la costa de Almería corresponden a buques en navegación, según el informe del Gobierno, y solo una pequeña parte alude a hundimientos o a incidentes con naves ancladas en algún puerto de la provincia.



El Gobierno habla de “descargas” y “vertidos”, con distintos matices sobre su origen o la dimensión del riesgo de “marea negra” para el ecosistema marino. 



“La descarga se refiere a cualquier derrame procedente de un buque por cualquier causa y comprende todo tipo de escape, evacuación, rebose, fuga, achique, emisión o vaciamiento que relacionados con las sustancias perjudiciales”, indica el Gobierno en el Senado.



Mientras, los vertidos apuntan a una voluntad “deliberada” de lanzar en el mar “desechos u otras materias desde buques, aeronaves, plataformas u otras construcciones”. Incluye el hundimiento intencionado de un barco. Los daños medioambientales pueden ser irreparables, como han denunciado reiteradamente asociaciones ecologistas.



De hecho, el Mar de Alborán cuenta con un ecosistema único en el Mediterráneo, una joya marina de flora y fauna reconocida internacionalmente. Y, al mismo tiempo, es una gran autopista para el tráfico marítimo. Según estadísticas oficiales, el Centro de Coordinación de Salvamento Marítima (CCS) de Almería controló el paso de 65.000 embarcaciones por el denominado “dispositivo de separación de tráfico de Cabo de Gata” entre los años 2016 y 2017.


El Mar de Alborán es un punto estratégico e ineludible en el tránsito de grandes mercantes, que canaliza los barcos en el Estrecho de Gibraltar. Y el trasiego genera riesgos medioambientales, como muestra el mapa de coordenadas de los vertidos presentado por el Gobierno en el Senado.


Según Salvamento Marítimo, el tráfico marítimo genera cada año más de 20 millones de metros cúbicos de residuos de petróleo y otros hidrocarburos en aguas de la Unión Europea.


Son el resultado del transporte de más de 500 millones de toneladas de crudo y cerca  de 300 millones de toneladas de productos refinados (fuel, gasóleo, gasolina y benceno fundamentalmente).


Riqueza del ecosistema
Un petrolero que transporte unas 150.000 toneladas de  crudo pesado puede llegar a  generar 800 toneladas de residuos. Lavar sus tanques  con agua originaría otros  6.000 metros cúbicos de  aguas contaminadas. Las instituciones cuentan con recursos para intervenir ante estos riesgos. Además de Salvamento Marítimo, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía impulsó “planes de autoprotección de espacios naturales protegidos frente a vertidos de hidrocarburos”. El parque natural Cabo de Gata-Níjar dispone de una programa específico.


La Isla de Alborán y sus fondos marinos están declarados Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM).  El entorno acoge las migraciones de grandes cetáceos y alberga praderas submarinas únicas. Alberga valiosas formaciones de “coral rojo” y “coral naranja”, bosquetes de algas laminarias y lugares de refugios para multitud de aves marinas (especialmente en la Isla de Alborán).


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