Limpiar el pulpo y quitarle la parte central, donde se encuentra la cabeza del pulpo. Darle la vuelta y quitarle la membrana que envuelve los tentáculos. En una tabla de madera, golpear la carne del pulpo con un mazo de madera, para que se ablande un poco y cortarlo en tiras. Echar el pulpo en una cazuela, a fuego lento, y dejar que suelte su agua y escurrirlo bien. Poner el aceite en la cazuela, a fuego lento, y los trozos de pulpo. Añadir un vaso de agua y dejar cocer a fuego lento durante 1 hora y 30 minutos. Mientras tanto, cortar los pimientos, quitarles las briznas y ponerlos sobre la rejilla del horno a unos 150º, hasta que la piel se oscurezca y se pueda quitar fácilmente. Cuando el pulpo esté hecho, sacarlo del fuego y reservarlo. En una sartén ponemos el resto del aceite, añadir el azúcar, el zumo del limón, el Cointreau y la soja. Dejar que se caramelice. Añadir entonces el pulpo y dejar que reduzca la salsa durante unos segundos. Sazonar con la sal y la pimienta de cayena y los pimientos picantes. Colocar los pimientos en los patos, alternando los colores y servir el pulpo cubierto con toda la salsa.

MARIDAJE CON MIRTO DE RAMON BILBAO

El recorrido en boca está lleno de sensaciones de arándanos, con jugosa profundidad.