¿Qué elementos lleva a un restaurante familiar a renovar durante veintidós años, uno tras otro, una distinción de gran reconocimiento nacional como es el Sol Repsol? Si alguien tiene una respuesta a a esa pregunta esa es la familia Carmona, responsables del Restaurante Terraza Carmona de Vera que este lunes ha vuelto a renovar su Sol Repsol ( ya van veintidos años consecutivos) y a recibir por decimoctava vez el reconocimiento Bib Gourmand de Michelín con la que la famosa marca distingue a los restaurantes que destacan por su gran relación calidad-precio.

Sobre ello se ha pronunciado el propio chef del restaurante, Antonio Carmona, durante una entrevista en la Cadena SER Levante. Para el conocido -y no menos querido en su localidad- cocinero, los elementos que han hecho del Restaurante Terraza Carmona lo que es hoy se resumen en que siempre “apuesta por los productos de calidad, de cercanía y por una cocina tradicional pero en la que también hay cabida para la innovación y la evolución de los platos”.

Todo ello sumado a “nuestro equipo humano, porque es cierto que somos muchos miembros en la familia, cada uno en su departamento, pero sin este equipo durante tantos años no habría sido posible llegar a este nivel, porque siempre hemos querido hacer partícipes a todos, hacerlo en equipo”.

Dos factores, el de la calidad de sus productos y cocina además de un gran equipo al que Carmona le suma un tercero que siempre tienen muy presente, como ha comprobado todo aquel que haya puesto tan sólo un pie en su establecimiento, como son sus clientes. “Sobre todo hay que darle las gracias a los clientes, aunque seamos nosotros quienes recibimos esta distinción, por su fidelidad. Desde que la Terraza Carmona abrió sus puertas tenemos una clientela, fiel, exigente y que siempre se merece lo mejor”.

Más allá de los factores estrictamente gastronómicos y de la fidelidad de los clientes, si se traa de explicar el éxito -en forma de las recientes distinciones- es imposible obviar la humildad, el calor y la cercanía con la que se relacionan con todos y cada uno de sus clientes y que, como siempre reiteran los hermanos Carmona, es algo heredado de quien un día empezó esta aventura. “En eso mi padre, mi hermano Ginés y mis hermanos… Todos hemos visto y mamado eso desde que nacimos y lo transmitimos también a nuestros compañeros y trabajadores, es otro punto importante a la hora de que el cliente coma bien y se sienta a gusto, como en casa”.

"Siempre hemos trabajado en el sentido de no obsesionarnos con conseguir o mantener esto. El truco está en que trabajamos día a día para hacerlo todo bien de cara a mejorar a diario, pero no con esa meta”, ha reconocido Antonio Carmona mientras se preparaba para un día más en el que lograr otro reconocimiento mucho más importante y que se juega jornada a jornada: el de sus cliente.