La Voz de Almeria

La Foodineta

El bar Lisboa cambia de manos después de casi 40 años

Lo deja Rafael Ruiz Tocón, un correcaminos de la hostelería almeriense que le ha sabido dar un toque de cocina familiar

Rafael Ruiz junto a familiares y amigos en su despedida.

Rafael Ruiz junto a familiares y amigos en su despedida.

Manuel León
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Aunque nunca se sirvió vino amargo ni se oreó bacalao, ni se cantó triste fado de madrugada, en la ciudad de Almería levita desde hace medio siglo un pequeño aliento de Portugal. Es el Lisboa, un pequeño bar, una pequeña cafetería a los pies de la Plaza de San Pedro, que este 2025 ha cambiado de patrón. Lo ha dejado, después de 38 años a los mandos, Rafael Ruiz Tocón, un almeriense de la hostelería de toda la vida, nacido en 1960, que se ha jubilado después de muchos quinquenios cotizados. Desde que comenzó en el antiguo Hotel Torreluz con apenas 16 años y siguió en el ambigú del Círculo Mercantil, con Alfonso, ex futbolista del Almería, como jefe. También pasó Rafael por la barra del Museo del Aceite de Rafael Ubeda, cuando contaba con un tablao flamenco en la calle Real.

El Lisboa, una cafetería socorrida, de desayuno rápido, de tapa casera y precio justo, como el de Joaquín Prats, lo abrió Juan López, un emprendedor de Pescadería, que antes había inaugurado otro local del mismo nombre en la calle Concepción Arenal, que cocapitaneaba con su hijo. Es decir, que al Lisboa viejo le salió un mellizo, que es el que arrendó, unas años después, por la muerte del fundador, el bueno de Rafael Ruiz, hermano del malogrado concejal Moisés Ruiz.

El Lisboa ha sido durante este tiempo como un termómetro en el callejeo proletario de la ciudad, en esa zona vicaria del Paseo, donde se juntaban varios caminos. Allí solían desayunar en los tiempos en los que los futbolistas no tenían sueldos millonarios, los jugadores del Almería que se hospedaban en el cercano Torreluz. El Lisboa ha sido, con Rafa, un bar familiar, teniendo como lugartenientes a su mujer María Angeles Soler y a su hija María Angeles Ruiz. Y ha virado en los últimos tiempos a la cocina tradicional, incorporándose a la moda de las comidas caseras para llevar: lentejas, fideos, estofados, cocido, trigo y un largo etcétera.

Rafael se ha jubilado y se ha sacudido todos los problemas que genera un bar a diario; lo ha tomado en arriendo una nueva empresa que ha hecho varias reformas en el local. Aunque el nombre sigue siendo el mismo, el Lisboa, un trozo de Portugal en pleno centro de Almería. 

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