Según el último boletín del Banco de España, la provincia de Almería suma 13.857 millones de euros en depósitos bancarios, sin contar la banca electrónica. En dinero contante y sonante, la provincia está solo por encima de Jaén 812.500 millones) y Huelva, que son los más pobres con 7.695 millones, mientras que ganan a los almerienses en depósitos en las entidades financieras todas las demás provincias. Quien acumula más patrimonio mobiliario son los sevillanos con 36.697 millones de euros al cierre de 2024. Los malagueños suman 35.842 millones y los granadinos 17.369 millones.

Hay que tener en cuenta que existe también un porcentaje de economía sumergida o dinero negro que no computa en esta cifra y que, según el sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha) ronda el 20% del mercado regulado. Si se repartiera alícuotamente el montante total de los depósitos bancarios en la provincia, cada almeriense tocaría a 18.476 euros.

En cuanto a los créditos del sector privado, la provincia suma 15.389 millones de euros con un tímido repunte del 0,6%.

Almería fue una de las plazas financieras que más oficinas bancarias abrió en el icónico 2005. En la provincia, entonces, abrieron sucursales entidades con origen en comunidades como Galicia, Asturias o Cantabria. Sin embargo la provincia almeriense es la que más ha incrementado en el último lustro (2019-2023) la concentración de la oferta bancaria en un porcentaje del 14,3%, el mayor de todas las provincias españolas, seguido de Cáceres con el 10,7%. El uso de la banca digital en España ha crecido exponencialmente. El porcentaje de población usuaria de la banca digital se sitúa en el 80,8 %. España presenta un porcentaje de adopción de banca por encima de la media de la Unión Europea (63,87 %) y en una posición superior frente a países como Italia (51,55 %) y Alemania (57,22 %).

En la última década, los bancos españoles han duplicado su inversión en tecnología, con el objetivo de mejorar la infraestructura digital y adaptarse a las nuevas demandas del mercado. En 2023, las principales entidades españolas destinaron más de 5.125 millones de euros a tecnología, y se espera que esta inversión continúe en aumento.