La futura planta fotovoltaica de Carboneras, adosada a la desaladora, ya calienta motores y afectará a más de un centenar de propietarios que serán expropiados.

La sociedad estatal Acuamed, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ya ha iniciado los trámites de información pública del anteproyecto y el Estudio de Impacto Ambiental y entre los bienes y derechos a los que se les enajenará terreno están la fábrica Holcim, el propio Ayuntamiento de Carboneras, Endesa y dueños particulares y familias apellidadas, entre otras, Ridao Aznar, Cayuela Ruiz, Hernández Soto, Moreno garcía, Pérez Martín, Soto Belmonte o Méndez Hernández.

Las obras tienen por objeto reducir en un 35% los costes energéticos asociados al funcionamiento de la desaladora e impulsión asociadada, minimizando las posibles fluctuaciones del mercado eléctrico sobre los costes de producción y disminuyendo su huella de carbono.

El objeto del anteproyecto es la construcción de una planta de generación de energía eléctrica con la energía solar fotovoltaica para autoconsumo directo de la planta desaladora e impulsión asociada.

La actuación incluye la planta generadora y las lineas de evacuación e interconexión necesarias para hacer efectivo el autoconsumo. La potencia de la instalación será de 38 MW, aunque en un principio se proyectó para 27 MW, con una inversión anunciada en 2023 de 31 millones. Ahora sobreparará en la licitación los 40 millones de euros dentro del Plan Hidrológico de la Cuencas Mediterráneas aprobado en julio de 2023.

La planta será financiada con cargo al Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia financiado por la Unión Europea a través de los fondos Next Generation. El proyecto incluye tres subestaciones fotovoltaicas para la desaladora que alimenta los regadíos de Níjar y el consumo domiciliario y de riego del Levante almeriense con una producción anual de 42 hectómetros anuales y con previsiones de ser ampliada a 80 hectómetros. Cuando se inauguró en 2005 era la desaladora más grande de Europa y fue declarada de Interés General en el Plan Hidrológico Nacional de 2001.

La gran mayoría del agua producida es enviada a una balsa de regulación cercana a la propia desaladora, desde la que se distribuye el agua. La instalación de la central fotovoltaica se ha planificado utilizando una parte de una cantera explotada por la empresa cementera Holcim.