Francisco Javier Fernández, consejero de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, ha anunciado un nuevo plan de promoción para el Levante almeriense que estará dotado de 170.000 euros. Lo ha adelantado en el marco de un desayuno coloquio en el Hotel Playadulce, en Aguadulce, organizado por LA VOZ con la colaboración de Unicaja, al que han asistido unas doscientas personas.

De acuerdo con el consejero, el plan turístico para el Levante almeriense irá acompañado de "una importante campaña de promoción" destinada a diversificar la oferta turística de esta región. "Los viajeros tienen que conocer que este es un lugar al que viajar durante todo el año. Aquí no se cierra por vacaciones", ha dicho.

El turismo ha sido el eje central del encuentro, que ha abierto Pedro M. de la Cruz, director de este periódico, desgranando las características de un sector que ha definido como "industria de la felicidad".

Tras él, Miguel Ángel Fernández, director territorial de Unicaja en Andalucía, ha destacado que hay que "apostar" por sectores emergentes y expandir la oferta turística "para reducir la estacionalidad y la dependencia del turismo costero".

Durante su intervención, Francisco Javier Fernández ha hablado de la "cifra récord" que se alcanzará este 2018 en la comunidad, dos años antes de lo previsto: la de los 30 millones de viajeros.

Para el consejero, las claves de la buena salud del turismo andaluz son, en la actualidad, el turismo de sol y playa que llega a la comunidad debido a la inestabilidad política que se vive en otros destinos; la calidad que representa la oferta, aunque ha alertado de las "políticas erróneas de precios", y que el turismo de interior se haya convertido en un perfecto complemento del de playa.

En cuanto a las cifras que ha puesto sobre la mesa, Fernández ha señalado acerca del multiplicador económico del turismo que por cada euro invertido se generan 1,47 euros.

El consejero también ha subrayado que la Red de Municipios contra la Estacionalidad Turística es vital para el litoral andaluz: por un lado, porque garantiza el empleo y la estabilidad y por otro, porque permitirá mantener ‘abiertas’ las playas durante todo el año, en referencia a la diversificación del turismo de sol y playa.