Historias para no dormir. El Almería se vuelve de vacío de Sevilla, algo que ya no es nuevo, a tenor de la trayectoria de sus partidos a domicilio. ¿Qué hay que hacer para ganar fuera?, jugar como en el Mediterráneo. Tan fácil de decir y difícil de llevar a cabo. Nueva derrota que deja a los rojiblancos en puestos de descenso y con el enésimo golpe anímico, porque por más que lo intentó, no consiguió batir al meta Caro.

Otro error
Soriano y sus chicos cayeron en el mismo error de Zaragoza. Un despiste en la marca es suficiente en Segunda para que el rival te deje KO, y el Sevilla Atlético, por muy filial que sea, parece que lleva toda la vida en la categoría. En su primer córner, cabezazo del central Cristian González y a remar. Era el minuto 12 y, como en La Romareda, el partido comenzaba con el pie cambiado. Precisamente, de rotaciones fue la cosa. Soriano sentó de golpe a Trujillo y Fidel para dar entrada a Morcillo e Iván en la alineación. Sorprendente.
El Almería no se quiso hundir con el 1-0 y tuvo en la cabeza de Morcillo el tanto del empate. El portero Caro evitó la igualada en una tarde para enmarcar: le salió todo.

El penalti
Comenzó el segundo tiempo con penalti de Cristian a Puertas. Quique se dispuso a lanzar desde los once metros para igualar y meter el miedo en el cuerpo al Sevilla Atlético. El disparo a media altura lo detuvo Caro y se desvanecían las opciones de remontada. Anímicamente fue una losa pensada en los once rojiblancos.
No hay que culpar a la mala suerte, este Almería no carbura a domicilio, cada partido se convierte en una pesadilla desde el inicio. Quiere salir con garra, intensidad, agresividad y concentración, pero con eso no le llega para sacar resultados positivos.
Salir de Almería ya es una pesadilla de la que va a costar mucho escapar. Con lo que se da en el césped no es suficiente, a pesar de que el Sevilla Atlético se quedó en inferioridad en el último tramo del encuentro. Mucho balón al área pero escasez de ideas en los últimos metros. El equipo no está en descenso por casualidad. Fruto de su irregularidad, ya se van acostumbrando a las alegrías como local y decepciones de visitante.

Dominio pero...
Que el Almería dominó en el segundo tiempo al Sevilla es una obviedad, aunque fue ficticio, porque faltó frescura para terminar las jugadas y sumar algo positivo. Mejor agarrarse a la magia del Mediterráneo para que este conjunto sume puntos, porque a domicilio es mejor cerrar los ojos y esperar un milagro, milagro que no llegó en el Sánchez Pizjuán.