Tiene los nervios de campeón pero la inquietud del principiante. A las 9 de la mañana de este martes están citados todos los alumnos matriculados para el Campus Cosme Prenafeta en la modalidad de iniciación y para la tarde llegará el turno de la tecnificación. El padre de la criatura es un catalán afincado en Almería que para esta segunda edición ha tirado de los mejores para que los alumnos aprendan voleibol de categoría. 
Las horas pasan volando y como hombre del deporte desea que empiece todo para relajarse con sus muchachos en plena clase. Cosme Prenafeta tiene en sus manos a los mejores niños de Almería.

El seleccionador

Pascual Saurín y Cosme Prenafeta se volverán a pasar el balón en la pista como en aquel Unicaja de los noventa cuando eran estrellas del voleibol. Eran y siguen, pero desde otra faceta de mayor responsabilidad. Pascual es el seleccionador nacional femenino y estará junto a la almeriense Amelia Portero enseñando todo lo que el voleibol les ha dado.
Para los alumnos de 6 a 12 años las clases serán en el Moisés Ruiz de nueve de la mañana a dos de la tarde y contemplan todo lo necesario para el aprendizaje del deporte y sus hábitos saludables.
No hace falta ser jugador para poder asistir al campus que hoy comienza y que tendrá en la jornada de tarde a niños y niñas desde 13 años hacia arriba en lo que Cosme llama “la tecnificación con entrenamientos de mayor nivel y a un ritmo alto de competición que es lo que se les exige a estas edades”. Es doble campeón de España con el Cajamar Mintonette y cuando llega el campus “disfruto mucho porque me veo reflejado en los jugadores y jugadoras con los que trabajamos”.

Larga lista

A lo largo del campus a Prenafeta se le han ocurrido muchas sorpresas para ese tiempo entre sesiones tan demandado por los jugadores. Habrá charlas y sorpresas con personajes del deporte almeriense que ya tienen confirmada su presencia en el campus.
“Lo que pretendemos por encima de todo es que los jugadores se diviertan y sean felices jugando al voleibol”, comenta ilusionado a las puertas de un evento donde “hasta los enseñamos a comer sano para ser deportistas de élite”. No es pan comido señores porque: “trabajaremos duro”.